Pico de Arriel invernal
La reciente nevada ha cubierto de nieve la alta montaña
Lola Mas
En el interior del bosque solamente se escucha el ruido de las pisadas y la respiración de los que suben por este brumoso hayedo de árboles de altísimas ramas que apenas se dejan traspasar por tenues rayos de sol. Bien podría ser el comienzo de una película medieval donde se iría a rendir batalla con los galos, pero no es el caso, el colorido de las botas y los ropajes denota que la única batalla a la que este grupo se dirige es a la de enfrentarse a las inclemencias de la alta montaña a la que acceden por el lado francés del Pirineo.
Desde el valle ya se ve cubierta de nieve la alta montaña en esta jornada que amanece muy brumosa en la vertiente norte del Pirineo, donde se esperaba bastante nieve en las alturas, y en la que lo más emocionante ocurrirá en las alturas, al acceder a la cresta cimera del pico Arriel, la cumbre de la jornada, que la encontraremos tapizada de una fina costra de hielo cubriendo las rocas por la reciente nevada que ha dado un aspecto invernal a la alta montaña, haciéndola más difícil de transitar.
Antes, desde el aparcamiento de Soqués a pocos kilómetros del Portalet, en la vertiente francesa, donde ayer se batían el cobre en el ascenso los ciclistas de la Quebrantahuesos, partíamos un grupo de 22 montañeros por ese bosque profundo y silencioso. Pronto, el bosque deja paso a un bonito y abierto valle fluvial por donde discurre caudaloso el arroyo de Arrious. Al final cuando el arroyo va dando paso al collado de Arrious, pisamos los primeros neveros, por los que pasamos a la cuenca alta de Arrious, un circo rodeado por altos picos que forman parte del macizo de los Arrieles. Se rodea el ibón a media ladera por la parte alta traspasando un contrafuerte para acceder al collado de la Soba a 2.449 metros, altura ésta donde ya tenemos a la vista la pirámide del pico Arriel (2.822m.) y sus laderas cubiertas de nieve hasta las rocas de la cresta cimera que se observa también tapizada por hielo y nieve de la nevada de la semana pasada que ha dejado unos centímetros de nieve fresca en las alturas.
A ratos el sol se tapa por las nubes bajas que siguen entrando por el Norte pero igualmente asoma también, lo que nos permite ver el trayecto e ir atravesando las laderas por la parte más alta de los neveros camino del collado que se abre entre el pequeño y el gran Arriel, que están muy cargados, y que pasamos dejando distancia para no sobrecargarlos, aunque gracias a las temperaturas bajas la nieve aparece bastante compacta y permite abrir una buena huella, bastante segura.
Alcanzamos el cuello de Arriel donde se ve que la zona de rocas de la cresta cimera está cubierta de nieve por lo que Lorenzo intenta abrir huella por los inclinados neveros para llegar lo más alto posible y evitar las rocas tapizadas por costras de hielo que presentan un aspecto complicado. La inclinación de los neveros termina siendo demasiada y hay que continuar por las rocas trepando con mucho cuidado por los tramos de roca cubierta de costra de hielo y de una fina capa de nieve superficial que convierte este tramo en el más técnico y emocionante de la jornada. En un paso más complicado por fin se hace uso de las cuerdas que agradecemos que transporten nuestros tres expertos y amables compañeros, a modo de apoyo suficiente para dar seguridad a los pasos, bastante aéreos, que todos escalamos con mucha precaución y sin problemas, eso sí con temperaturas bastante bajas agudizadas por el viento, que nos recuerdan más al invierno que al verano que está a punto de llegar. Al descenso, nuestra propia huella y las cuerdas instaladas dirigen el paso para finalizar felizmente todos en el collado comentando la jugada y a salvo de las ventoleras que no han dejado de soplar. La foto de cumbre ha sido rápida rodeados del entorno de montañas que está magnífico con el aspecto invernal que ha dado esta nevada del mes de Junio, el Midi siempre destacando, el gran macizo del Balaitus y las Frondiellas, el Palas con su aspecto piramidal e impresionante.
Al descenso de la ruta circular camino del embalse de la Sarra, los neveros facilitan la rapidez del trayecto por el barranco de la Soba hasta el cruce con el barranco de Aguas Limpias, aún sobre los restos de árboles caídos de las avalanchas de temporadas pasadas que arrasaron estas laderas. Al final del embalse de la Sarra nos espera el autobús para ir a celebrar esta magnífica y emocionante travesía del pico Arriel en una jornada casi invernal aún con el verano a las puertas. La suma de desniveles que marcan los Gps ha sumado más de 1.600 metros de positivos de ascenso en poco más de 9 horas de trayecto.
Huesca 20-06-2016
Lola Mas