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GUARA DESDE BARA

El Cabezo de Guara de final de temporada

Lola Mas

Por los altos del Alcanadre hasta su cumbre

                Se considera que Lucien Briet a principios del siglo XX descubrió el barranquismo en la Sierra de Guara, y en los años sesenta los altoaragoneses que tan bien conocían los rincones de la Sierra se unieron a algunos franceses con los que empezaron a reconocer y recorrer los barrancos con interés deportivo, continuando en toda la década siguiente, de paso que diversificaban su actividad montañeros y espeleólogos que tantas veces habían visto los ríos encajonarse por las profundas hoces de la Sierra. Es en la década de los ochenta cuando se produce la expansión del barranquismo en la Sierra de Guara, dándose a conocer por todas partes la diversidad y abundancia de barrancos de esta sierra oscense. Desde los más amables como el Vero, que todos los veranos soporta un ingente número de visitantes, a los del Alcanadre, con su emblemático Gorgas Negras, el bellísimo Mascún, los del Flumen, Isuela, el Guatizalema, tantos nombres conocidos por los aficionados a esta actividad, que disfrutan de horas escondidos del calor mediterráneo, transitando por sus oquedades donde el agua se desliza y cae en cascadas que forman badinas y caprichosos relieves hasta que por momentos el río sale al exterior permitiendo que los barranquistas tomen algo de calor para volver a sus frías aguas.

                Y con esta historia de fondo, el domingo, para finalizar la temporada de la Pico a Pico que tiene su principio y cierre en la Sierra de Guara, el Cabezo de Guara que se eleva sobre el Alcanadre, saliendo de la población de Bara, fue la opción elegida, al Norte de la Sierra por el valle de Nocito, siguiendo el camino que lleva al famoso barranco de Gorgas Negras, uno de los más espectaculares de la Sierra.   Desde el trayecto de ascenso una vez traspasado el río se podría observar desde las alturas el profundo cañón del Alcanadre, asomándose al borde de la cresta de las Lañas, viendo muy al fondo el río que fluye encajonado.

                Este itinerario al Cabezo de Guara no es la ruta más habitual por el Sur desde Pedruel, o la ruta normal desde Bara por donde luego bajaríamos, y los participantes sabían que había que tener un poco de fe en que saldría ese itinerario allí donde no asomaba ninguna senda desde el río, aunque sí la hubo como aparece reflejada en antiguos mapas, y por mucho que dijera el track de los Gps que por ahí se podía subir.   Para corroborar que se podía acudió con el grupo el autor del libro “Por la Sierra de Guara”, que ha dedicado años a escudriñar viejos caminos abandonados con el afán de recuperarlos para el público montañero, dando la oportunidad como en esta ocasión de ir un poco más allá en los recorridos habituales de la Sierra. El viejo camino, como pudimos comprobar, se ha poblado en su arranque de vegetación y viejos árboles caídos pero con un poco de empeño y siguiendo a Enrique Navarro enseguida van surgiendo entre los altos bojes trazos que sin ser una buena senda dejan trepar metro a metro.

                Así, poco a poco se va ganando altura y siguiendo las indicaciones de Enrique que recuerda que ante la duda hay que dirigirse siempre al filo de la cresta conocida como Fajanas de Lañas terminamos por alcanzar un rellano herbáceo, que debía estar más verde, pero que este otoño tan escaso en lluvias y prolífico en calores amarillea. Allí a unos 300 metros de la cumbre del Cabezo que es visible hace rato, un descanso para afrontarlos, ya por terreno más despejado y mejores trochas, hasta reunirse el grupo en el mojón cimero a 1.870 metros. En las fotos de cumbre elegimos para fondo las vistas del Tozal de Guara y todo el cordal desde el Cubillas, con las puntas de Ballemona por medio, por donde se ha transitado muchas veces, observando al otro lado entre ligeras brumas gran parte del reconocible Pirineo.

                Para el descenso en forma de circular se sigue el itinerario normal que discurre desde Bara pasando por los llanos conocidos como Los Pasos, donde hay viejas construcciones de pared rocosa para el ganado que pasta en estos fenales de la Sierra.

Pasada la confluencia del río Used con el Alcanadre, bajo el calor del mediodía aceleramos el paso para volver por las cercanías del río a terminar por la senda que va de Nocito a Bara, ya que en esta jornada de final de temporada hay celebración y hay que llegar a buena hora de reunirse en el refugio de Nocito, casa Lardiés, con algunos compañeros que no han podido venir y que no han querido perderse el buen rato que se disfruta en estos momentos recordando los avatares de la temporada, y proponiendo nuevas y buenas rutas para la próxima, que todos desean que llegue cargada de bonitos recorridos de alta montaña, después de haber disfrutado de la temporada invernal donde las nieves hagan lo suyo por el disfrute de la montaña.

9-10-2023