Por el monte de San Juan de la Peña
Los senderistas disfrutaron del paisaje y conocieron el románico de Santa Cruz de la Serós
P. A.
El domingo pasado la sección “Rutas“ de Peña Guara realizó la salida 193. La zona elegida en esta ocasión era el entorno del Monasterio de San Juan de la Peña. Se madrugó un poco, pues antes del almuerzo estaba prevista la visita cultural. En el lugar de costumbre ocupamos los dos autobuses guiados en esta ocasión por Fernando y Susana; en hora y media nos dejaron en el Monasterio Bajo de San Juan de la Peña (1.096 m.s.n.m.). Estaba fresca la mañana y la niebla cubría gran parte de las montañas cercanas.
Dejamos este precioso lugar y por la carretera avanzamos unos metros hasta coger un sendero a la derecha; superando una notable pendiente en pocos minutos llegamos a la pradera de San Indalecio, donde se construyó el Monasterio Nuevo tras el devastador incendio que asoló el denominado Viejo en 1675. Ya sobraba parte del abrigo que nos habíamos colocado para protegernos al comienzo de la andada.
Una vez en la explanada giramos a la derecha hasta dejar a la izquierda en pozo de nieve, habitáculo abovedado donde conservaban los monjes el preciado producto para utilizarlo a lo largo del año. Seguimos la pista asfaltada recorriendo un kilómetro hasta alcanzar la zona denominada Achar de Botártal; un poste indicador nos dice que tenemos que recorrer 5´8 kilómetros hasta llegar a la ermita de San Salvador, punto más alejado de la caminata de hoy.
En este lugar abandonamos la pista asfaltada y el grupo comienza a ascender por el cordal de la sierra entre erizones, teniendo cuidado de no acercarnos demasiado a los cortados que tenemos a la izquierda. Un poco más adelante salvamos la única dificultad de la marcha, un pequeño resalte que hace ganar altura ascendiendo por el conglomerado. Al fondo, se distingue un conjunto de antenas (1.420 m.) lugar que elegimos para tomar el bocadillo al resguardo de las paredes del recinto.
Antes de ponernos de nuevo en marcha unas fotos de grupo con el fondo del Monasterio y seguimos el ascenso observando las cumbres blancas pirenaicas tras las nevadas del último fin de semana. El ascenso por la senda es agradable entre la neblina que a veces cubre el camino y cambia los tonos del paisaje.
Desde aquí la pendiente se suaviza aunque aún quedan unos repechos hasta alcanzar el cubilar del Moro. En pocos minutos ya se observa entre la niebla la ermita de San Salvador. Hay que descender un camino pedregoso que nos deja en un cruce de la pista que viene de la pradera del Monasterio Nuevo, como indica la señalización.
Campo a través por una pradera entre un pequeño hayedo alcanzamos por la izquierda la ermita de San Salvador, punto más alto de la excursión (1.547 m.). Tenemos suerte, la niebla ha despejado y podemos disfrutar de una espectacular panorámica en todas las direcciones: al este la Peña Oroel, al norte las altas cumbres del Pirineo, al oeste la inmensa Canal de Berdún, al sur los acantilados cercanos y al fondo la zona de Riglos, Agüero y Guara.
Para el retorno elegimos la pista que transcurre por medio de un inmenso pinar y algún haya donde destacan ejemplares notables que buscan la luz alargando verticalmente sus troncos. Vegetación de erizones, bojes y multitud de acebos adornan el paisaje, aunque también hay que destacar la molesta procesionaria que este año ha castigado de forma excesiva los pinares.
Llegamos a un cruce donde unas señales informan de la posibilidad de llegar a nuestro destino por la cresta que habíamos subido hace horas. El grupo continúa por la pista desde donde se disfruta de un bonito paisaje de los dos monasterios con el fondo de Peña Oroel. Alcanzamos la pradera de San Indalecio pasando al lado de la nombrada nevera y nos dirigimos a los autobuses que están aparcados frente a la fachada del Monasterio Alto.
Con ellos bajamos a Santa Cruz de la Serós. Nos espera nuestro buen amigo José Luis Solano, experto conocedor de la zona, en especial del Monasterio de San Juan de la Peña. A lo largo de unos minutos nos deleita con las historias relacionadas con la ermita de San Caprasio y la majestuosa iglesia de Santa María.
Estamos cerca del restaurante. Cruzamos la plaza y en Hostelería Santa Cruz nos espera Mamen y su equipo que tienen preparadas las mesas donde recuperamos fuerzas tras una ajetreada y completa mañana donde disfrutamos del paisaje y de la historia en este lugar emblemático de la provincia.
Ya estamos preparando la siguiente excursión. “Rutas” recorrerá el espectacular barranco de Mascún en un recorrido circular por el entorno de Rodellar. Por otra parte, la sección “Turismo“ de Peña Guara tiene prevista para el próximo domingo una interesante travesía: Bara – Nasarre – Otín – Rodellar.