Con un tiempo muy cambiante por la zona de Sobremonte.
Desde Betés ascendimos al Burrambalo para bajar a terminar en Santa Elena
Después de un viernes y un sábado bien pasados por agua y con apreciables nevadas por el Pirineo, veinticinco senderistas de Turismo por el Alto Aragón salíamos el domingo día seis para hacer una bonita travesía por la zona de Sobremonte. Hicimos una breve parada en Senegüe para calentar un poco el cuerpo pues el día se presentaba por lo menos fresquito.
Pasado Biescas un desvío a la izquierda nos introduce en la carretera que sube a los núcleos de Aso y Yosa pero el autobús nos dejó en Betés en medio de la zona conocida históricamente como Sobremonte de Biescas junto a la barranquera que conforma el tristemente famoso barranco de Arás.
A las nueve de la mañana comenzamos a atravesar el pueblo para por su parte alta, norte, seguir una pista en la que fuimos tomando varios atajos siempre pegados al barranco que baja del Burrambalo. Con cierto esfuerzo llegamos a unas antiguas ruinas de los que fueron casetas de pastores y entre ellas aprovechamos para almorzar.
Alcanzado el cordal a unos mil ochocientos metros de altitud nos encontramos con la niebla que aparecía y desaparecía pero sin llegar a tapar la visibilidad de forma total ya que caminábamos por una zona herbosa sin senda clara. Una vez en el collado giramos a la izquierda y continuando por la arista cimera llegamos a la cima del Burrambalo con sus más de dos mil cien metros de altitud. La vista circular que se puede contemplar es espectacular pues nos deja la sierra de la Partacua, en concreto la zona de Telera, justo enfrente.
En la cima la niebla nos envuelve por momentos y así tras un buen montón de fotos decidimos comenzar a bajar. Para ello hemos de volver sobre nuestros pasos unos quinientos metros hasta alcanzar un pequeño collado que tenía cortitos tramos helados lo que exigía tener cuidado para no resbalar. Descendiendo siempre en diagonal, a media ladera, llegamos, tras pasar unas fuentes y cisternas para el ganado, a fondo del valle que continua hasta Santa Elena.
Del refugio donde pensábamos comer sólo nos separa lo que en otras ocasiones es un pequeño riachuelo pero que el domingo como consecuencia de las fuertes lluvias de los días anteriores bajaba con bastante fuerza. Con la habilidad que hemos conseguido tras las muchas experiencias similares vividas cruzamos sin ningún percance.
A las dos de la tarde, justo cuando estábamos acabando de comer, comenzó a nevar débilmente por lo que nos pusimos en marcha y con buen paso fuimos descendiendo pegados al barranco del Puerto hasta llegar a la carretera frente a la ermita de Santa Elena donde esperaba el autobús.
El navegador de montaña nos indicaba que habíamos superado un desnivel de subida de unos mil metros y de más de mil doscientos de bajada, para un total de unos doce kilómetros que recorrimos en unas seis horas y media.
Para el próximo domingo día trece Rutas por la Provincia tiene programado un trecho de nuestro Camino de Santiago, desde Villanúa a Jaca y para el domingo día veinte T.A.A. llegará a Santa Cilia de Panzano tras salir de Casa Estebañón y pasar por la ermita de la Virgen de Arraro.