Travesía 366 – Loarre – Santa Marina – Pardina de Casablanca – La Garoneta

Día primaveral por la sierra de Loarre
Desde Loarre a Santa Marina y por la Foz de Escaletes a La Peña 

El pasado domingo a las ocho y veinte casi cincuenta senderistas pasábamos bajo la torre renacentista de la iglesia dedicada a San Esteban en la localidad de Loarre y por delante del patio porticado de su Ayuntamiento para iniciar la travesía número 366. A poco de dejar las casas del pueblo un cartel nos invita a seguir la PR-HU 96, balizada en marcas amarillas y blancas, hacia la ermita de Santa María.

Primero se cruza un barranco y  mediante lazadas,  con acusada pendiente, se gana altura por una estrecha senda, algo vestida de aliagas, atravesando viejos campos de cultivo hasta llegar a la fuente de San Damián donde se hacen evidentes varias balsetas para riego de lo que fueron huertos. A partir de este lugar dejaremos los carrascales porque vamos a caminar por senda pegados a la pista del Cajigar, que cruzaremos varias veces, siempre bajo un espeso bosque de robles hasta tomar un desvío a la izquierda, señalizado, que desciende a cruzar el barranco de Palancas, por el que corría un pequeño chorro de agua, y a partir del cual la senda va a subir de forma continuada y con duros repechos hacia la raya rocosa de conglomerados que se presenta delante nuestro con aspecto infranqueable.

La senda discurre bajo los paredones y tras varios tramos de escalones se llega un paso tallado en la roca, a través de la cual se termina por salvar el acantilado rocoso y entrar en el llano donde se encuentra la ermita de Santa Marina emplazada en un mirador extraordinario que nos presenta una panorámica espectacular de toda la Hoya de Huesca. Más de cuarenta y cinco minutos permanecimos sentados contemplando el panorama, almorzando, charlando y tomando el magnífico sol primaveral con que nos había obsequiado el día.

Poco más de las once nos pusimos en marcha para seguir los indicadores que ahora nos marcan dirección La Peña. Una estrecha senda que atraviesa un pinar y luego discurre encajonada entre espesos bojes nos exige caminar con sumo cuidado pues entre la hierba y las piedras hay pequeñas placas de hielo que son muy resbaladizas. Pasado este corto tramo llegamos a terreno más abierto y caminaremos por una trocha que desciende con fuerte pendiente y que deberemos dejar al encontrarnos con el nacimiento del barranco de la Garoneta para seguirlo por su orilla, dejándolo siempre a nuestra derecha.

La senda pegada al barranco, que está totalmente helado, se convertirá en una trocha que nos presenta a lo largo de todo su recorrido un bosque con una enorme variedad de flora en función de las vaguadas que atraviesa. Nos llamaron especialmente la atención los numerosos y altivos tejos y el brillante color verde de las punzantes hojas de los acebos.

Cuando el camino se abre entramos en una zona, que sufrió hace quince años un fuerte incendio que queda patente en los negruzcos troncos que jalonan la pista, y desde la que ya podemos ver al fondo del valle la pardina de Casablanca hacia la que teníamos planeado llegar.

Durante la semana anterior nos habíamos puesto en contacto con los cazadores de la zona y un grupo tenía proyectado realizar su batida de caza en la parte final de nuestra travesía. Acordamos con ellos que sobre la una llegaríamos a Casablanca y pasaríamos si la caza había terminado, de lo contrario variaríamos nuestro recorrido por otra zona. Cómo seguían cazando retrocedimos hacia la pardina de Pequera para en ella enlazar con la ruta del Camino de Santiago y así llegar hasta el extraordinario paraje que es la Foz de Escaletes.

El  barranco que desciende de la zona del castillo de Sarsamarcuello se encontró en su camino hacia el Gállego con los estratos calcáreos verticales de la raya rocosa de Yeste y la acción erosiva del agua los taladró abriendo una estrecha garganta conformada por dos paredes verticales de gran altura. La vista al fondo del barranco desde la pista es impresionante.

Nada más pasar la  Foz una bonita senda a la derecha nos deja en unos campos pegados a la vía del tren. Bien por la pista  o cruzando el llamativo  puente de hierro verde  por el que la línea férrea del Canfranero salva la cola del embalse de la Peña se llega al pueblo. Eran casi las tres de la tarde.

Los navegadores de montaña arrojaban los siguientes datos: 18 km. de recorrido en casi cinco  horas netas de andar, salvando un desnivel de 720 m.

El próximo domingo día 28 el grupo Paseando estudiará el pliegue de Guara visto desde Vadiello y T.A.A. el domingo día 6 de marzo tiene programado su paseo con raquetas por la zona del Portalet.

 

 

Loarre-Garoneta