Ruta nº3 – Salto de Roldán – Lúsera

SALTO DE ROLDÁN, DOLMEN, CIENFUENS, BELSUÉ, LÚSERA

AL MAL TIEMPO, BUENA CARA…

El domingo 23 nos aventuramos por tercera vez, un grupo de 32 miembros de Peña Guara (niños, papis, tíos y hasta una abuela) y desafiamos al viento, al frío, a la nieve y al sol.

Sobre las 11 de la mañana nos pusimos en marcha desde el cruce de Santolarieta, donde nos ha dejado el autobús, en dirección al Salto de Roldán. Desde allí nos dirigimos hasta el mirador, donde pudimos contemplar la Peña de Amán, Peña de San Miguel, Peña del Fraile, el Picón… y sin perder mucho tiempo, pues el viento allí era helador, nos pusimos de nuevo en marcha.

Dejamos la pista principal, para descender por un camino que transcurría por un espeso bosque de pinos y boj; atravesamos un par de pequeños barrancos, acompañados de unas vistas magníficas y con un toque mágico de la nieve que trae el aire cayendo sobre nuestras cabezas.

Ahora el camino asciende ligeramente y casi sin darnos cuenta, nos lleva hasta el Dolmen de Belsué, donde los peques gozaron subiéndose por las losas y escondiéndose dentro y mientras tanto aprovechamos todos a tomar un pequeño almuerzo. Enseguida reanudamos la marcha, pues el aire frío no nos permitía detenernos mucho rato.

Entre frondosas carrascas y con unos majestuosos acantilados al frente, nos vamos acercando a la cabecera del embalse de Cienfuens. Allí el agua tiene un color esmeralda y reposada nos transmite una paz tremenda, salvo por el escandaloso viento, que en alguna ocasión nos dificultaba el paso por los túneles que nos llevarán hasta la cabecera del embalse de Belsué.

Cruzamos la presa y buscamos un rinconcito donde protegernos del viento y poder comer tranquilos, bueno eso los adultos, porque los pequeños no pararon en ningún momento de jugar, escalar por las piedras y correr, que hasta se los olvidaba comer.

Ya con las fuerzas repuestas por la comida, nos pusimos de nuevo en marcha, ya sólo nos quedan un par de kilómetros, que por un estrecho sendero que pronto empieza a discurrir entre un bonito bosque, empezamos a divisar el pueblo semiabandonado de Lúsera. En poco tiempo llegamos hasta un puente, que tras cruzarlo, nos lleva a la carretera, donde nos espera el autobús que nos llevará de vuelta a casa.

Esta vez hemos andado un poco más que en las anteriores ocasiones, hoy han sido unos 13 kilómetros, pero todos nos hemos sorprendido de la fuerza de los más pequeños, que han aguantado la marcha sin problemas, bueno incluso en ocasiones eran ellos los que marcaban el ritmo de la excursión y los mayores teníamos que acelerar para alcanzarlos.

Hoy, si no por el viento que con mayor o menor intensidad nos ha acompañado durante toda la excursión, el tiempo nos ha respetado, en ocasiones hemos sentido el calor de los rayos del sol, hemos disfrutado en un par de ocasiones de la nieve sobre nuestras cabezas. Pero de lo que más hemos disfrutado es del paisaje y de la compañía de nuestras familias y de los que después de tres excursiones ya podemos llamar nuestros amigos: ¿se puede pedir más?

V.P. – J.L.

Distancia:                           11km