Camino de Turieto.
27-10-2019
La ruta que proponemos hoy es el antiguo camino que unía la población de Torla con el Valle de Ordesa. Ideal para realizar con los niños, partiendo del Puente de los Navarros hasta la pradera de Ordesa. y puente de Cotatuero. Durante el trayecto caminaremos donde antiguamente tenían sus ganados, pastos y campos de labor, podremos ver a nuestro paso diferentes cascadas; Molinieto, Tomborrotera, Los Abetos, además del monumento a Lucen Briet explorador y pirineista francés, el cual también utilizaba por en sus numerosas visitas al valle de Ordesa y casa Oliván, en donde se hospedaba.
Es un camino que permite acceder al Parque Nacional de Ordesa sin utilizar el coche o el autobús y a la vez contemplar la entrada al valle siguiendo el curso del río Arazas por su margen orográfica izquierda a través de bosques densos de pino silvestre, hayas y abetos y por donde discurren espectaculares cascadas y rápidos. La ruta no presenta ninguna dificultad y es accesible para prácticamente todo tipo de excursionistas ya que está muy marcada, pues discurre por tramos de pista forestal y caminos acondicionados y balizados como GR, con marcas rojas y blancas.
Ya serán mas de las diez y media cuando llegamos con el autobús al puente de los navarros donde da comienzo nuestra ruta los más de 40 integrantes de esta 58 ruta de Peque Guara en Familia. Pasaremos la carretera por debajo de dicho puente, y poco después cruzamos el río Arazas por una vistosa pasarela, la senda pronto se junta con la que viene desde Torla.. Evidentemente nosotros la dejamos y seguimos ascendiendo, dejando el GR-15 para continuar por el GR 11. En este punto, el sendero hace un giro a la derecha para enfilar claramente el Valle de Ordesa. A los pocos metros volvemos a encontrar otro cruce señalizado que indica la continuidad por el Turieto Bajo o Alto. Desde el otoño del 2015 ya se puede transitar por el Turieto Alto, ya que hasta esa fecha, estuvo cerrado durante muchos años para la protección del hábitat del bucardo, hoy desgraciadamente extinguido. Nosotros continuamos por el Bajo. Enseguida llegaremos al mirador protegido con un pequeño muro de piedras desde el que veremos la cascada de Molinieto, el río encañonado, las curvas de la carretera que sube a la Pradera y el Edificio del Centro de Interpretación en lo alto de una loma.
El valle se abre y nos internamos en el bosque de Turieto, compuesto de pinos, abetos y hayas cubiertas de musgo en su base, los críos lo comparaban con un bosque encantado, la verdad, esperábamos encontrar los colores amarillos y ocres del otoño, como así fue, a decir verdad el lugar esta en su máximo esplendor. En el camino nos encontramos con un primer desvío señalizado a la izquierda que nos permite desplazarnos al mirador de la casada de Tomborrotera, al cual nos desviamos para admirarla estas ultimas lluvias contribuyen a ello, fotos y mas fotos, volvemos de nuevo al camino principal y al poco vemos el segundo desvío que nos lleva en pocos metros a la cascada de Los Abetos, otra preciosidad que nos brinda este precioso recorrido. Pasada esta última cascada y la zona más encajonada de la ruta llegamos al puente y monumento de “Luciano” Briet que cruza el río a su margen orográfica derecha y sigue un buen rato por el asfalto hasta la pradera de Ordesa. Optamos por continuar por la orilla que traíamos, continuamos aproximadamente 1 km. y el valle se ensancha para llegar a la Pradera de Ordesa, lugar idóneo para dar cuenta del bocadillo disfrutando del paisaje y no estar rodeados de coches. Los chavales de cansados nada así que se organizan sus propios juegos sin parar de correr. La tarde se nos echa encima asi que nos ponemos en marcha dejando a la izquierda el Puente de las Fuentes que cruza el río y seguimos la misma margen hasta llegar al puente de Cotatuero. Cruzamos ahora el río y giramos 180 grados para regresar hasta la pradera de Ordesa repleta de coches donde nos espera el autobús. Una jornada espectacular en todos los sentidos, que nos deja un buen recuerdo en convivencia con la familia de Peque Guara disfrutando de la naturaleza.
Antonio Beired.