17 de febrero 2019
El pasado domingo 17, partimos 41 senderistas de Huesca, rumbo a Salinas de Jaca para dar comienzo la excursión, con algunas bajas para realizarla. Parece ser que febrerillo el loco ha hecho de las suyas, con problemas normales de le época, sin la menor importancia que la de estar unos días maltrechos.
Al poco de llegar y componernos para su realización, comenzamos a andar un poco mas de las 9 horas con 3 grados bajo cero, mas el personal con las ganas de andar que nos caracteriza, se superó pronto esta contingencia, desprendiéndonos de prendas conforme salía con mas profusión el astro sol.
Cruzando Salinas de Jaca, nos dispusimos a afrontar de forma decididamente para disminuir poco a poco el desnivel positivo de 800 m. hasta la Osqueta. No tardamos mucho en llegar a la Foz de Salinas, que es un corte de una muralla de roca de Este – Oeste a lo largo de la Sierra de Santo Domingo. En ese andar cansino de la subida, vimos en las puntas rocosas, abundantes buitres leonados dándoles ya el sol a la espera que la temperatura subiera y aprovechar las térmicas para volar. Cruzamos al pie de una cascada del Barranco Salau, cuyo nombre indica su salinidad y de ahí el nombre de la localidad.
Se ha llegado a Salinas Viejo, quedando en pie la torre de la iglesia y poco mas, las casas dispersas ruinosas y llenas de maleza; en este punto paramos a almorzar. Esta población puso fin tras sufrir la zona un temblor y al propio tiempo deslizarse la zona poniendo en riesgo a sus habitantes y casas. En 1950 quedó definitivamente abandonado, construyéndose el actual mas próximo a la carretera A-123.
Tras el almuerzo, seguimos afrontando la subida hasta llegar al portillo de paso de la Osqueta, que son unos estratos pétreos verticales y orientados igualmente de Este – Oeste. Hay un indicador que señala a la derecha para Fuencalderas y Biel; nosotros lo tomamos a la izquierda para ir hacia nuestro destino en Agüero. Durante el desarrollo de la excursión nos sentimos tentados a inmortalizar nuestro paso en fotos por los puntos mas bonitos, que fueron muchos, especialmente este último.
Siguiendo ahora nuestro descendente caminar alcanzamos un cruce, para tomar un ramal de pista que nos elevaría a la Ermita de San Esteban, que una vez vista y su entorno, con San Felices al fondo. Reunidos nuevamente en la pista, continuamos una senda a la izquierda, que en descenso nos llevaría hasta el Barranco Castillo Mango, cruzándolo, pronto estaríamos nuevamente a la pista y deposito del agua de Agüero, lugar idóneo por estar al sol efectuando la comida.
Con un poco de charla de sobremesa partimos decididamente para Agüero, observando la cara posterior de los Mallos, hasta llegar a la parte alta de la población y por sus calles llegar al Camping, en cuyo bar como de costumbre tomamos una consumición mitigando la sed antes de partir para Huesca, habiendo caminado algo mas de 16 kms.
La próxima excursión de Peña Guara será la prevista de raquetas, sin determinar de momento el lugar del desarrollo en función de la nieve que exista.