22 de octubre 2023
Fresco día otoñal por Candanchú
En la entrada de lo que fue Escuela Militar de Montaña de Rioseta nos dejó a las nueve y media el bus a treinta y tres senderistas, el pasado domingo día 22 para iniciar nuestra travesía dominical. Pasado el cercado que rodea a los vetustos barracones una senda se introduce hacia el espectacular circo calizo que conforman los murallones rocosos de la sierra y pico del Águila a nuestra izquierda y la cara sur del Tobazo a nuestra derecha. No obstante nosotros tomamos la senda que paralela a una línea de alta tensión supera los duros repechos por los que aprendían a esquiar los soldados que aquí pasaron sus “buenos meses de mili”, (con algunas anécdotas nos amenizaron la subida dos compañeros).
Tras atravesar una zona de pinares, la senda siempre clara y bien trazada asciende con suavidad hasta colocarnos sobre las verticales paredes del circo de Rioseta, teniendo ya a la vista algunos de los remontes de la estación de esquí de Candanchú. Al abrigo de una pared rocosa con una pronunciada visera por la que escurría y goteaba agua de vez en cuando, paramos a almorzar con unas excelentes vistas hacia la Canal de Ízas, la Moleta y Collarada.
El cielo estaba nublado, la temperatura buena para caminar, sobre todo ascendiendo, pero de vez en cuando teníamos que soportar rachas de viento que eran algo más que frescas.
Quince minutos después de suave ascensión llegábamos al amplio Llano de Tortiellas Con una estupenda visión de los Lecherines, el Aspe y el pico de la Garganta de Borau, que presentaban sus cimas adornadas por las primeras nieves otoñales, nos acercamos a contemplar el embudo que forma la enorme dolina donde se asienta el casi colmatado ibón de Tortiellas.
Obviamos buscar el descenso por el collado del Pastor y nos dirigimos hacia el collado de Tortiellas para ir descendiendo con prudencia y mucha atención por la pista que presenta además de una fortísima pendiente, pequeñas piedras sueltas por las que es muy fácil resbalar, (en el argot de los esquiadores está catalogada de alta dificultad). Pasamos bajo la célebre Zapatilla y su impresionante Tubo por el que cuesta creer que haya esquiadores que se atrevan a bajar, pero me consta que lo hacen, y llegamos al recién inaugurado circuito de rollerski con su galería de tiro con carabina, ya en el fondo del valle.
En el collado de Causiat se nos ofrecen tres perspectivas. Dirigirnos a la Rinconada del Aspe para proseguir camino del ibón de Estanes; ir descendiendo por el frondoso Bois de Sansanet y ascender hacia el cordal fronterizo para dirigirnos por el clásico circuito de raquetas en dirección a Somport. Este itinerario fue el que seguimos.
Tras atravesar la Ciudad de Piedra la senda asciende entre pinos salteados, brezos, chinebros rastreros y algún que otro mostajo. Luego desciende hasta la pista de esquí de principiantes y vuelve a ascender para pasar por una zona militar con abundantes manantiales de agua y pasar a Francia en dirección a la estación invernal francesa de Le Somport. Nosotros atravesamos un bosquecillos de hayas y sin perder altura llegamos hasta el altar que da inicio al Camino de Santiago en el puerto de Somport. Faltaba muy poco para las tres de la tarde.
La travesía de unos 10 km nos obligó a salvar un desnivel acumulado de 750 m. que realizamos en un tiempo neto de casi cuatro horas y media.
Para el domingo 5 de noviembre la travesía de TAA la efectuaremos por la zona de Almazorre y el Castillo de Azaba y sus dólmenes.