El tiempo se nos portó bastante bien
Recorrido circular desde las Vilas del Turbón al collado de Las Aras.
No hubo que madrugar mucho el pasado domingo día 16 pues eran las 8 de la mañana cuando el autobús partía con 28 senderistas dispuestos a caminar bajo al imponente macizo calcáreo del Turbón. Unos cientos de metros antes de las primeras casas de Campo, en una rotonda presidida por los elementos del juego de las birlas al que en esta localidad solo jugaban las mujeres, nos desviamos para penetrar por el valle de Lierp. La excelente carretera nos lleva tras pasar el desvío a Egea y Serrate hasta el balneario de las conocidas aguas minero-medicinales de las Vilas del Turbón en cuya planta embotelladora nos dejó el autobús. Eran casi las diez y a 1.380 m la altitud.
Con un ligero viento, algunos nubarrones y una temperatura agradable comenzamos a caminar por la carretera que une los dos núcleos de casas que conforman el pueblo, separados por el barranco de La Torcida. La dejamos para continuar por una bien cuidada pista hasta que en un giro a la derecha y junto a un abrevadero unos carteles nos indican el comienzo de la senda GR-HU-133, bien señalizada con rayas amarillas y blancas.
Decidimos tomar el sendero de la derecha, por el de la izquierda bajaremos a este mismo punto. La senda asciende de forma continua por un tupido pinar con repechos acusados que nos fuimos tomando con calma hasta que en los primeros claros herbosos, bien resguardados, nos pusimos a almorzar. Los casi trescientos metros de desnivel que nos quedan hasta el collado son más cómodos pues la senda realiza abundantes lazadas, la vegetación es más variada y alterna pequeñas praderas con pinos, bojes, erizones, chinebros y abundantes roldes de musgo. Además de vez en cuando podemos contemplar hacia el sur un amplísimo valle que se extiende desde los Morrones de Güel hasta el principio de la sierra de Sis. Cuando la vegetación prácticamente desaparece y ante nosotros un alto muro de piedra caliza nos corta el paso caminaremos paralelo a él hasta llegar al collado de Las Aras (1896 m. de altitud).
El collado situado entre la sierra de Ballabriga y el Turbón fue paso obligado entre la alta y la baja Ribagorza y por tanto la cabañera que muchos miles de cabeza de ganado atravesaban dos veces al año en sus desplazamientos trashumantes de los puertos pirenaicos al llano y a la inversa.
El paisaje porque lo he disfrutado otras veces es encantador. El domingo una densa niebla cubría todo el horizonte un poco por encima de los dos mil metros, pero no me resisto a describirlo.
A la izquierda, oeste geográfico, el inconfundible y visible desde media provincia macizo del Turbón. Al norte, bajo nosotros, todo el valle de Riu Blanc y se adivinaban los pueblos desde Chía hasta Alins de Isábena y más cercanos Espés y Las Paules. Hacia el este el Cap de Rates como punto más alto de la sierra de Ballabriga y hacia el sur el valle de Lierp.
Comenzamos el descenso por donde habíamos subido pero a poco de entrar en el bosque unas tablillas nos invitan a llegar a Las Vilas por Fuente Canals. El evidente sendero se desplaza hacia el noroeste por una auténtica alfombra de hojarasca, pasa junto a enormes pinos con ramas caprichosas y cubiertas de musgos y líquenes y llega hasta la linde de un profundo barranco. A partir de este punto comienza a descender unas veces por pequeñas praderas en otras ocasiones entre bojes y pinos y nos deja en la pista junto al abrevadero. La senda es un deleite para caminar.
El recorrido de casi 10 km. salvó un desnivel de 560 m. y lo realizamos en un tiempo total de 4:15 horas.
El próximo domingo la travesía programada sale de Zuriza en el valle de Ansó y llega a la Mina de Oza con la posibilidad de subir a Chipeta.