Un buen paseo por las orillas del Ésera
Desde Vilanova a Castejón de Sos y por la senda de Ventamillo a Seira
El pasado domingo a las siete de la mañana partíamos cuarenta senderistas conocedores de la triste noticia que nos había causado el fallecimiento de Carlos Puyal un activo colaborador de Peña Guara que durante muchos años ha sido un referente ejemplar en todas las secciones de senderismo por sus profundos conocimientos de la flora y geología de nuestras montañas y su capacidad didáctica para darlos a conocer. ¡Gracias, muchas gracias Carlos!
Al otro lado del puente sobre el Ésera, frente a Vilanova, comenzamos a caminar y tras pasar por el espectacular desagüe de las turbinas de la central hidroeléctrica de Sesue, se inicia un estrecha senda que sigue el curso del río entre abundante vegetación y altos muros de piedra. Tras media hora de marcha desciende a la glera del río y ya por camino optamos por seguir el que discurre por encima de la escollera que protege el campo de aviación de Castejón y así llegar al desahuciado camping del cual se ha recuperado una barbacoa y varias mesas con bancos que aprovechamos para almorzar.
Ante la moderna iglesia de Castejón de Sos, enmarcada por la nevada silueta del pico de Gallinero, nos hicimos la foto de grupo y pasado el parque infantil tomamos el camino que a la derecha lleva al barranco de Urmella para en suave descenso llegar al pueblo del Run y poco después a la depuradora. Cruzamos el barranco de Rigabás por un rústico puente de troncos y tras atravesar un bonito pinar la senda nos introdujo en el Congosto de Ventamillo.
El sendero va ganando altura en cortos pero exigentes repechos, pegado a los sobrecogedores paredones y jalonado con abundante vegetación de seneras en plena floración, buchos y algunos pinos y tilos y nos permite contemplar los murallones calizos que conforman el otro lado del congosto y la sinuosa carretera que lo recorre bastantes metros por debajo de donde caminamos.
Al llegar a la parte más alta la senda toma dirección sur y se aleja del congosto hasta encontrar una trocha que se hizo para sacar madera y posteriormente reforestar las laderas del pico Baciero que se quemaron hace casi veinte años. Un indicador nos ofrece continuar, bien a encontrarnos con la pista (GR-15) que viene de Gabás, o continuar por la antigua senda que desciende con mayor suavidad. Desde este punto se disfruta de una vista excepcional hacia el circo de Armeña y el pueblo de Barbaruens.
Tomamos la senda que tras numerosas vueltas y revueltas y por variados paisajes no llevó a la pista de Gabás y poco después a la carretera de Abi un par de kilómetros por encima de Seira donde nos esperaba el autobús. En estos últimos tramos hubo que acelerar el paso ya que la etapa ciclista de la Vuelta a Aragón pasaba por aquí y había que llegar antes de que cerraran la circulación por la carretera pues teníamos previsto comer en el hotel Pirineos de Castejón de Sos.
El recorrido de unos 15 km. lo recorrimos en algo más de cuatro horas, salvando un desnivel acumulado de unos cuatrocientos metros.
El próximo domingo día 20, si el tiempo nos lo permite, intentaremos coronar el Moncayo.