15/4/2018
ESTUPENDA TRAVESÍA POR TIERRAS DE RIBAGORZA
A.A.M.
Este domingo 15 de Abril y después de tanta lluvia pasada, nos disponemos a efectuar una travesía desde Santaliestra hacia Besians, La Bila, Castillo del Mon y Perarrúa que va a conformar la ruta núm. 204 de esta actividad.
A las 7,30 de la mañana ya nos está esperando Javier con un nuevo y flamante autobús que va a realizar su segundo viaje. Dada la fecha primaveral y las abundantes lluvias caídas, todos los cultivos en general tienen muy buena vista según avanzamos kilómetros por las tres comarcas del recorrido, y no digamos nada del elevado caudal de los ríos. El pantano de Barasona a tope.
Partimos de Santaliestra justo en el momento que la campana de la iglesia da las nueve. Descendemos hacia el caudaloso Ésera que atravesamos por un puente colgante para situarnos en su orilla derecha orográfica siguiendo hacia Besians por la marcada ruta P.R HU-49. Es un camino de tierra con muy buena plataforma e ideal para caminar bajo el sol entre campos de cultivo. Hacemos un breve alto en el cruce que indica direcciones a Besians, Caballera y Santaliestra. Desde aquí al actual Besians por asfalto. Atravesamos sus bien cuidadas calles, cuando dan las diez en su torre-campanario y a continuación por estrecha senda en fuerte subida hasta La Bila, su emplazamiento antiguo. Aquí almorzamos contemplando una bonita panorámica del valle con el fondo nevado de algunas cumbres pirenaicas y el abigarrado caserío de Besians a nuestros pies. El núcleo está ubicado en un promontorio rodeado de olivos y que alberga un pequeño caserío agrupado junto a la antigua parroquial románica (S.XII) dedicada a San Juan Evangelista. Fue consolidada hace algunos años y merece una detenida visita tanto de la nave como su cripta, accesible por estrecha escalera. A nadie deja indiferente.
Por la calle principal se accede a una pista (que comunica el valle y la sierra) y la seguimos cruzando un pequeño barranco para en minutos tomar otra a la izquierda que en pocos metros nos permite contemplar el arruinado conjunto que en su día constituyó Casa Sosa. Esta gran casa tenía de todo lo que se necesitaba para “vivir” en ella, desde horno, bodega, caballerizas, edificios auxiliares y hasta una pequeña capilla dedicada a la Virgen del Pilar.
Continuamos por la pista en descenso hacia Perarrúa, caminando muy cercanos al cauce del Ésera. Es agradable contemplar su gran caudal, fruto de las lluvias y el deshielo aguas arriba. Una vez en Perarrúa continuamos en subida hasta un pequeño aparcamiento desde el que parte, sin señalizar, un frondoso sendero descompuesto en su piso y en fuerte ascenso con el caluroso sol a nuestras espaldas, que nos va a llevar al Mon de Perarrúa. La senda va cruzándose en algún tramo con la carretera entre vegetación de carrascas, coscojas, robles y pinos. Bajo la loma en que asienta el castillo hay terrazas con bastantes oliveras sobre el barranco Cabo de la Villa. Al final de la cuesta ya está señalizada la dirección a tomar para acceder al conjunto del Castillo del Mon.
Esta fortaleza de los siglos X-XI, domina todo el valle y está situado a 200 metros sobre el nivel del río siendo éste el mayor desnivel de la travesía. Las vistas desde aquí son excepcionales. Tiene una torre troncocónica de tres plantas, arruinada en parte y consolidada no hace muchos años. Se accede al recinto a través de una escalera metálica y en su interior, entre otros elementos y edificación, está el cementerio y la iglesia de San Clemente (San Climen) también accesible.
El descenso a Perarrúa lo hacemos por el mismo camino recorrido anteriormente. El autobús ya nos está esperando para llevarnos a comer a un restaurante de Barasona, pero antes admiramos una vez más el magnífico puente de tres metros de anchura por cincuenta de longitud y sus cuatro ojos. Estupendas horas vividas en tan deliciosa mañana. Hemos hecho un recorrido aproximado de trece kilómetros y unos trescientos metros de desnivel acumulado entre subidas y bajadas.
recorrido aproximado: 13 Km
desnivel de subida y de bajada unos 300 mts