11-03-2018
Naturaleza e historia en el Parque Cultural del Río Vero
Los senderistas disfrutaron del paisaje y visitaron cuevas con arte rupestre
P. A.
Había que madrugar un poco; la excursión no era excesivamente larga pero las visitas a los abrigos con pinturas rupestres iban a ocupar prácticamente toda la mañana. A las 7’30, medio centenar de senderistas esperaban la salida del autobús, guiados en esta ocasión por el amigo Joaquín. Solo había que esperar que el tiempo que se preveía lluvioso hiciera una pausa después de las borrascas de jornadas pasadas. Y así fue, no llovió a lo largo de la caminata
Tras hora y media de viaje nos deteníamos en el aparcamiento después de pasar Colungo y subir el sinuoso puerto de San Caprasio. En pocos minutos nos preparamos y comenzamos a bajar hasta el azud del río Vero. Lo cruzamos observando la crecida que lleva su cauce después de los últimos aguaceros.
La primera sorpresa la tuvimos al llegar a la surgencia de la Fuente de Lecina (Verrala); el agua brotaba con fuerza por los salientes de la ladera y aunque conseguimos pasar no hubo más remedio que dar marcha atrás porque el siguiente barranco era imposible de cruzar por el notable caudal de agua que transportaba.
Obviamos ese sendero y tomamos el denominado Camino del Rotizo, limpiado recientemente y muy agradable de caminar entre los robles. Por él llegamos a Lecina donde visitamos la gran encina y nos reunimos en la plaza para el almuerzo, como hicimos hace pocos domingos con la sección de Turismo. Aquí acoplamos al grupo a nuestra amiga Rosa, guía del Parque Cultural del Río Vero que amablemente nos acompañó y explicó las pinturas rupestres.
Abandonamos Lecina y siguiendo las señales llegamos a la fuente Fuendiós, gran manantial que abasteció durante años al pueblo nombrado. Seguimos en dirección al barranco de Basender; lo cruzamos y en ascenso suave y continuo cruzamos la zona boscosa conocida como La Selva. Es un bonito camino poblado de encinas y pedrizas que lleva, tras pasar por una carbonera con panel explicativo, hasta el borde del barranco de La Choca. Desde este lugar la panorámica de la impresionante hondonada con grandes paredes verticales por cuyo fondo surca el río Vero es espectacular. Un buen lugar para conocer la historia del arte rupestre que se puede visitar en la zona del Parque Cultural del Río Vero. En pequeños grupos, en el interior de las cuevas, Rosa nos habla de las pinturas que nuestros antepasados plasmaron en las paredes calizas de los abrigos denominadas de Barfaluy.
Nos dirigimos después al gran covacho de Lecina Superior, igualmente con arte rupestre. Magnífico mirador para contemplar el río Vero lleno de agua cientos de metros por debajo. Tras esta visita retomamos la senda boscosa hasta llegar al barranco de Basender. Aquí nos despedimos de nuestra amiga Rosa hasta otra ocasión. Nosotros cogemos el cauce seco del río hasta un desvío. Una subida nos lleva hasta el borde del barranco desde donde se divisan los restos del antiguo molino de Lecina.
En menos de una hora divisamos el autobús en la lejanía. Nos acercamos de nuevo a la surgencia que vimos al comienzo de la marcha y subimos al aparcamiento. Curiosamente la lluvia que nos había respetado a lo largo de la excursión hace su aparición.
Son las 2 de la tarde. Nos esperan los amigos del Mesón de Colungo con un variado menú con el que reponemos fuerzas. Y tras una larga sobremesa en la que repasamos las vivencias de la marcha, pasadas las 5 de la tarde subimos al autobús para el regreso a Huesca.
Tenemos que esperar un mes para juntarnos de nuevo. Será el 15 de abril y el equipo ha preparado para esa fecha una excursión por la comarca de Ribagorza que tendrá como itinerario Besiáns – El Mon – Perarrúa. Los compañeros de Turismo el próximo domingo día 18 darán una larga vuelta por Campodarve – Espierlo – Silvés Alto y Bajo terminando en Boltaña.
Recorrido: unos 10 km.
Tiempo estimado: 4’30 horas (incluidas paradas).
Desnivel: 330 m. de ascenso. 250 descenso.