↑ Volver a Peque Guara – 2021

Ruta nº73 – Refugio Cap de Llauset

ÉRASE UNA VEZ…

Y es que las buenas historias comienzan  siempre así. Erase una vez alguien que en un club de montaña tuvo la genial idea de formar una nueva sección. Atrevimiento, originalidad, cariño a la montaña, amor a los peques y osadía fueron a partes iguales los ingredientes que dentro de la cocina de Peña Guara crearon Pequeguara. Este finde pasado Pequeguara rompió, alejó y elevó sus propios límites al hacer una salida de dos días a un refugio lejano y estableciendo un techo de altitud nunca antes superado.

La mañana era gris y la predicción auguraba lluvia, pero ni una cosa ni otra preocupaba a ninguno de los 34 participantes que se ponían en carretera para llegar al lugar donde comenzaba la excursión, un increíble y lejano paraje escondido entre montañas a 2.200 mts de altitud. Las tres horas de viaje tuvieron un descanso en el pueblo de Arén, tras un almuerzo en su plaza recorrimos sus coquetas calles hasta llegar a los magníficos Museo de los Dinosaurios y Museo de la Ribagorza. Donde Borja y Dolors nos explicaron las maravillas allí contenidas.

Proseguimos viaje con las aventuras de la Pantera Rosa que mantuvo entretenidas a las pequefieras hasta los últimos kilómetros de la entretenida carretera que hay a partir del pueblo de Aneto y que nos dejaría en el embalse de Llauset. Es la hora de comer y hacemos los honores contemplando el espectacular paisaje. El cielo está gris pero no amenazante, el sol parece querer salir a ratos entre unas nubes que nos dan buena y refrescante sombra para remontar la senda que nos deja en el moderno, reluciente y acogedor refugio de Cap de Llauset. Reparto de habitaciones, desglose de las normas de utilización del refugio y un rato de merecido descanso que después hay cole. La profe de naturales del ayuntamiento de Montanuy, Helena Parga, nos imparte una interesante clase sobre la montaña y su medio natural. Con la lección aprendida llega el esperado momento. La cena, que fué espléndida, contundente y apreciada por peques y pataslargas, tanto que algunos platos se fregaron más por costumbre que por necesidad. Dientes limpios, pijamas, pipís hechos, un cuento y a la cama. Esta noche soñaremos a 2,425 mts de altitud.

Siete y cuarto de la mañana y atacamos el abundante desayuno, hacer mochilas, ponerse botas y a las nueve comenzamos de nuevo a caminar hasta el estany (aquí llaman así a los ibones) de Cap de Llauset. Donde Helena nos seguirá explicando la gran cantidad de animalillos y bichos que viven allí. Tras un buen rato de observación, descubrimiento y gracias al programa « Cita con la Cimas » hemos aprendido un poco más de este sitio. Continuamos por la pedregosa senda hasta la Collada d´els Estanyets, punto culminante de la excursión a 2,524 mts, récord de altitud para los peques y algunos pataslargas, las vistas son magníficas y las algodonosas nubes decoran el cielo advirtiendo la lluvia. Descendemos hacia los estanys de Anglios para almorzar al sol y llegar hasta la cabaña donde nos desviamos para subir el segundo collado del día, el Coll de Anglós. El cielo está cerrado, el ambiente fresco, y un enorme quebrantahuesos nos sobrevuela muy cerca muy encima del grupo. La bajada por una estrecha y vertiginosa senda hasta el autobús se hace alegremente, en el autobús nos espera la comida. Breve visita a la presa del embalse para bajar el alimento y viaje tranquilo de vuelta a casa. Hemos recorrido 10 kilómetros y 600 metros de desnivel acumulado por encima de los 2,000 metros de altitud.

Y colorín colorado, la historia de la Pequeguara aún no se ha acabado.

Marcos Bielsa Ordás.