Pico Quimboa Alto (2.196m) – 3 de Marzo 2013

Peña Guara ha organizado una nueva salida promocional de esquí de travesía: domingo 3 de marzo, subida al pico Quimboa Alto (2.196m) desde el Valle de Ansó

El domingo, Quimboa. Estas simples palabras en un correo electrónico son coordenadas suficientes para determinar lo que acabaría siendo una muy buena, y concurrida, jornada de esquí de montaña.

Si se trata de un domingo es porque estamos hablando del programa de salidas promocionales: actividades de una jornada diseñadas para aquellos que habiendo completado el curso de iniciación al esquí de montaña quieren adquirir algo más de experiencia con estas rutas de dificultad media o baja. Y también son muy demandadas por algunos ya más canosos y bregados, y para los que la montaña no significa necesariamente soledad.

Y Quimboa significa Valles Occidentales, en este caso el Valle de Ansó, con punto de partida en el camping de Zuriza a 1.200 m. Estos valles presentan de cotas más bajas, pero este invierno eso no significa menos nieve. Por eso hemos aprovechado para alargarnos hasta aquí y volver a disfrutar de estas laderas tan maravillosas para el esquí de travesía.

Y por lo visto no ha sido mala idea, dada la gran acumulación de coches y esquiadores que han optado también por esta zona.

Después de formar el grupo, de nada menos que 47 esquiadores, en los puntos de encuentro en Huesca y Puente de la Reina llegamos a Zuriza ya con mucho sol. Una vez allí nos parece que no vamos a conseguir meter los coches en ningún sitio. Mientras buscamos huecos, caen algunos cafés y una vez pertrechados iniciamos el control del material. La previsión da un nivel bajo de riesgo de aludes pero el trío sonda – pala – ARVA sigue siendo imprescindible.

Por fin a las 10.45 empezamos a deslizar por la GR11 hacia el este. Pero no a subir, pues nos quedan 2,5 Km. de llano para calentar antes de empezar a ganar metros hacia el collado de Petraficha. El grupo se estira y cada uno disfruta de su ritmo. Donde el valle se estrecha encontramos las únicas rampas empinadas. En la parte alta, más amplía, es donde debemos girar al norte, pero antes hacemos una parada para reagruparnos y comer algo. Desde allí se ve el resto del recorrido hasta cima, por donde baja un grupo incluso más grande que el nuestro.

Mientras zigzagueamos ese tramo que nos queda podemos ir ojeando las amplias palas por donde bajar de manera segura, y también divertida.

Cuando llegamos a la cima del Quimboa, hacía las dos de la tarde, se nos pasa el calor que hemos pasado en las últimas rampas. Allí nuevo reagrupamiento, ropa de abrigo, algo de beber y comer e intento de  hacer una foto de grupo -no cabemos-.

El descenso supera las expectativas. Un oteador baja por la subida, y desde allí con la radio nos indica por donde tirarnos para bajar sin problemas por las mejores palas.

En lo angosto del valle nos toca esquiar más despacio e incluso hacer alguna remontada, para acabar deslizando la zona llana de esta ruta. Cada uno baja como quiere o puede y por eso el grupo se estira incluso más que en la subida.

Una vez en los coches la hidratación es obligada. Pero mientras algunos se quedan en el camping de Zuriza a reponer fuerzas, otros deben esperar a llegar a casa para tomarse el lúpulo de rigor.

Después de dos meses de una meteo generosa en nieve, pero muy escasa en días para disfrutarla, esta salida ha sido para algunos la mejor de la temporada, y también la primera. Pinta bien.

Jorge Arazo