Domingo 18 de febrero
Esqui de montaña de la vertiente sur a la norte
Promocional de esquí de montaña después del curso que organiza Peña Guara
Lola Mas
Obligados por una temporada escasa en nieves, con la irregularidad de precipitaciones en la que estamos inmersos por el cambio climático, un numeroso grupo de esquiadores de montaña acuden a la primera salida promocional después del curso de Enero que organiza el club Peña Guara, para disfrutar de este esforzado y paisajista deporte de montaña.
Del Sur al Norte en una actividad que se programa para dirigirse al pico Monjes, ese esbelto triángulo fronterizo al que se accede por el valle de Astún, lleno de esquiadores de alpino en domingo, tan cerca y tan lejos del esquí de montaña, cuyo objetivo es recorrer montañas con esquís, “en esquís” que decía el autor andaluz, con un material más ligero y específico para subir y bajar por los espacios nevados.
De todo eso han aprendido los alumnos del curso que con éxito se ha realizado durante el mes de Enero, buscando y aprovechando muy bien las nieves que cayeron en Diciembre, en el entorno del Portalet, refugio Casa de Piedra y sesiones técnicas en Peña Guara con un completo programa.
En la promocional del domingo las condiciones habían cambiado desde dos días atrás con las altas temperaturas, ya no se salía con esquís de Astún hacia el barranco de Escalar para continuar al collado y pico Monjes, hubo que portear unos metros de desnivel hasta unas lomas que preceden al barranco que desagua del ibón de Escalar. Se puso en práctica el paso entre piedras y hierba mientras en el barranco de Escalar el torrente baja impetuoso, cuando en Febrero debía estar cubierto de buenos espesores de nieve.
En el ibón de Escalar el ambiente es mucho más nevado, las laderas que no están orientadas al sur están bien innivadas y la nieve ha sufrido las transformaciones del deshielo y el rehielo escaso por las temperaturas altas. Se alcanza el collado del Monjes, espléndido mirador al valle de Bious, de Rebec, siempre con el Midi d’Ossau al fondo dominando el paisaje con su poderosa presencia.
Hay que continuar por unas huellas en vertiente Sur donde aún asoma algo de hierba y pronto nos reunimos al pie de la pirámide del Monjes. En Febrero suele ser una pirámide blanca con rocas asomando, este día es una pirámide rocosa con algunas manchas de nieve que se superan trepando con las botas de esquí de montaña, piolet en mano para los tramos nevados. Esta estrecha cima permite fotos inigualables. A la vista de la vertiente Norte, en territorio francés, la decisión es inequívoca, en torno a 2.000 metros de altitud hay buenos espesores de nieve que dejan disfrutar de un buen descenso desde la empinada pala próxima a la cima hasta el helado ibón del Pla de las Vaques donde toca un corto avituallamiento y transición a pieles de foca para poner posición de ascenso y dirigirnos al collado de Astún, el paso natural de regreso a la vertiente de Astún.
Hay algunas huellas bien trazadas por las que alcanzamos el pico de Astún, el de 2.277 metros. Desde el cordal el acceso al collado no se ve bien, por lo que hay un momento para decidir si quitar pieles o no para alcanzar el collado, por fin quitarlas y en descenso rodear un contrafuerte nevado y rápidamente reagrupamiento en el collado. Se ha alcanzado el paso para cerrar una buena circular que transita por el alto valle de Rébec, con las peñas rocosas que le caracterizan, el Paradis que queda atrás, el Caillabet de Rébec y la Péne de Lapassa y Houer en el itinerario del Portalet a Astún que tantas veces se ha programado con Peña Guara, con el Peyreget al pie del Midi.
Ya sólo queda descender una buena ladera de nieve de montaña, para alcanzar las pistas de Astún y allí bien cargados de mochila con el material propio de esta actividad, mezclarse con los esquiadores de alpino, cerrando el círculo de esta promocional que ha dado a conocer eso que define al “skimo” recorrer montañas en esquís.
La base es escasa y asoma la hierba, pero la nieve que caerá será bienvenida tanto para disfrutar de la montaña invernal en esquís como para rellenar acuíferos y embalses, que puede ser un buen tema de conversación al regreso junto al habitual de mirar los datos de aplicaciones y GPS de desniveles ascendidos, o quizá recordar la impresionante vista del macizo del Aspe por su cara Norte que domina el paisaje del circo de Astún, donde se ha cerrado el círculo de la travesía culminada en el rocoso Monjes.