08/10/2023
NOCITO Y VALLE DE BELSUE, PASEO POR SENDAS Y PUEBLOS PERDIDOS
Domingo 8 de octubre y de nuevo saliendo al monte con el grupo de Rutas de Peña Guara, ésta vez por el entorno del valle de Belsué y empezando la jornada desde Lúsera, con la mañana despejada y aún fresca, pero con pronóstico de día bien soleado en este interminable verano.
Para comenzar ascendimos cuatro pasos hasta Lúsera (1.035 m.), núcleo abandonado desde 1.968, para darnos una vuelta por todo el lugar que el pueblo lo merece, disfrutamos con la preciosa iglesia del XVII bajo la advocación de San Miguel Arcángel y su “Escueleta” adosada en alto de unas escalera de lo más entrañable, la iglesia está construida sobre una cortada que la convierte en un perfecto mirador hacia el sur de todo el valle de Belsué y los picos del Águila y Gabardiella, después recorrimos el restos del pueblo con casas derruidas, otras varias recuperadas y un precioso pasadizo al este, perfectamente iluminado en esa hora por el naciente sol del día, buen comienzo.
Tras la visita a Lúsera, reagrupamiento general y comenzamos la ruta hacia el norte desde la carretera por senda bien señalizada y jalonada por la vegetación típica del valle, romeros, buchos, cagicos, pinos y chinebros, toda muy cómoda de transitar pero empinada, teniendo a nuestra derecha siempre el barranco de ”A Laña” o de la Tosca, ya que por todo el entorno se puede encontrar ese tipo de piedra tan apreciado en la construcción de arcos, chimeneas y techados por su ligereza.
En la mitad de la ascensión se hizo la parada entre sol y sombras para el almuerzo y la hidratación que ya era la hora y tras un breve descanso, retomamos la subida que nos llevó hasta una plana famosa por ser zona de buenos pastos y conocida como el Collado Santa Coloma o Valle Bail, donde hicimos una pequeña parada antes de seguir ascendiendo hasta el otro collado, el de Barbero (1.238 m.), desde donde ya pudimos divisar surgiendo del bosque al este, la silueta de la torre de la iglesia de Ibirque.
Seguimos la senda, ahora con bajadas y subidas hasta ascender por el último tramo hasta el despoblado de Ibirque (1.330 m.) en plena sierra de Belarra, donde disfrutamos contemplando la iglesia dedicada a San Martín de Tours, muy degradada pero que aún mantiene erguida su torre, así como su entrada de medio punto de piedra tosca y una puerta interior con un impresionante dintel de una sola pieza que, aunque ya rajado sostiene toda la pared de la iglesia; Impresiona encontrar éstos pórticos en iglesias y edificios pensando en cómo pudieron en su día tallarlos y levantarlos, sin duda eran gentes de otra talla.
El resto del pueblo está muy degradado y la naturaleza lo tiene casi recuperado, así que aprovechamos el entorno de la iglesia para hacernos las fotos de rigor gracias a la buena luz del día y tras un pequeño descanso comenzamos la bajada hacia Nocito ya con algo de calor.
La senda hacia Nocito (GR-16), baja con el impresionante Tozal de Guara y Fragineto de fondo en lo alto y está bastante vestida, lo que nos ofreció sombras más que necesarias, pues éste calor extremo en octubre apretaba de lo lindo; La senda un poco más abajo se emparejó con el barranco de Orlato y el rumor del agua hizo aún más agradable el camino y cada vez que ese rumor se dormía en una poza tras otra, disfrutábamos parando en cada rincón, para refrescarnos y llevarnos en la memoria las fotos más bonitas y apacibles del día.
Finalmente cruzamos el barranco y por un tramo más desnudo llegamos a la carretera de Nocito junto a la Pardina de Orlato (1.170 m.), en ese punto los más temerosos del sol tomamos el autobús para llegar hasta Nocito a cubierto, mientras que los más esforzados siguieron la senda para hacer el último tramo a pié con buen sol y en la mejor hora del día, para gustos colores.
Una vez agrupados en Nocito, pudimos disfrutar de una buena comida, preparada en el salón de nuestro refugio de Peña Guara: “Casa Lardiés”, y comentar toda la jornada en grupo y bien animados por la llegada de la tropa que había hecho otra ruta por el Tozal de Guara con la sección de Pico a Pico.
Así tras 5,5 horas de excursión, unos 13,7 km. recorridos, 410 m. de desnivel positivo y 470 m. negativo, terminamos la jornada, agradeciendo la buena compañía, las vistas y la luz del día.
Esperando disfrutar igual la próxima jornada, deseamos ventura para todos.
Javier Albás Garzo