Travesía 317 – Satué – Santa Orosia – Oturia – Yebra de Basa

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Por el altiplano del Santuario de Santa Orosia

 

Subimos desde Satué hasta Oturia y por el camino de las ermitas bajamos a Yebra de Basa

 

El domingo pasado no hubo que madrugar, y así, eran ya las nueve y diez de la mañana cuando de los autobuses nos cargábamos, los sesenta y dos senderistas, nuestras mochilas a la espalda para dirigirnos al pueblecito de Satué. Allí, frente al magnífico ábside  de la iglesia dedicada a San Andrés uno de los ejemplares más puros del estilo serrablés que fue casi destruida durante la guerra civil y reconstruida hace ya unos años por Amigos del Serrablo,  nos dispusimos a almorzar porque luego durante algunas horas íbamos a caminar por zona boscosa y por ello sin sitios apropiados para tan digno y crucial menester.

La senda parte de la misma iglesia y nos muestra muy por encima los enormes farallones de conglomerados de pudinga sobre los que se asienta el llano de Santa Orosia y conforman su silueta clásica e inconfundible que se contempla desde muchos kilómetros. La senda al principio entre aliagas y pinos salteados va ganando altura, en ocasiones con fuertes repechos, para introducirse luego en un pinar muy tupido con sotobosque esencialmente de bojes hasta acercarse al barranco que habrá que cruzar en tres o cuatro ocasiones sin especiales dificultades, aunque nunca lo había visto con tanto caudal. Cuando, ya bastante arriba, entramos en zona soleada el paisaje nos presenta los siempre vistosos «maceteros» de bojes salpicados entre pastizales, algunos pinos dispersos y abundantes escorrentías de aguas clarísimas  que provienen de los numerosos manantiales que surgen por la ladera. Salvado el último repecho aparece ante nosotros el altiplano y presidiéndolo con sus más de mil novecientos metros el pico de Oturia. Eran las doce del mediodía. El paraje merece sin duda alguna pasar a formar parte de nuestros Parques Naturales y todo apunta a que lo será en breve.

Aquí el grupo se dividió, el más numeroso para ascender a Oturia, bien acometiendo sus empinadas laderas por derecho o bien dando un amplio rodeo para tomar la senda que siguiendo el cordal dulcifica mucho la ascensión, todos con el objetivo de hacer pico y gozar de una espléndida panorámica de la Cordillera Pirenaica  ya que la visión se extiende  desde el Pirineo Navarro  hasta el macizo del Turbón en la comarca de la Ribagorza por lo que es considerado este punto como uno de los más espectaculares miradores de nuestra provincia. El otro grupo optó por caminar tomando el sol  por las onduladas praderas llegando hasta los miradores más occidentales con buenas vistas sobre Sabiñánigo y los Capitiellos y desde la alta cruz que corona el promontorio hacia la zona de Biescas, en resumen contemplando todo el Serrablo a los pies y enfrente los nevados picos de la Partacua y Sabocos.

Sobre las dos y media de la tarde ya todos reagrupados, compartiendo espacio con otros grupos, uno de ellos bastante numerosos de franceses, otros de excursionistas que habían subido con sus coches ya que previa solicitud en Yebra de Basa se puede acceder hasta allí por una pista que parece está en buen estado, nos pusimos a comer alrededor del mítico santuario de Santa Orosia. Los menús desde los clásicos bocadillos hasta las ensaladas bien aderezadas, pasando por fiambreras con guisos y fiambres y siempre con detalles gastronómico de lujo, por ejemplo vi preparar tapas al «estilo el Ricocú», según anunciaban, melocotón con vino viejo, café y algún que otro licor montañero y es que a la hora de reponer fuerzas no se puede ni se debe improvisar. Tras un buen rato de «sobreprado» ya que la temperatura era ideal llegó el momento de iniciar el descenso.

La pista toma dirección este pero nosotros tomaremos un amplio camino a la derecha que nos conducirá a una explanada presidida por la ermita O Zoque. Cada 25 de junio los pueblos del valle del Basa, Sobrepuerto y multitud de devotos de distintas zonas  celebran el hallazgo, en una de las cuevas que están bajo la cascada, de las reliquias de Santa Orosia, y es en esta ermita donde se reúnen los romeros de los distintos pueblos para en procesión llegar al Santuario. Es sin duda una de las romerías más significativas de nuestra provincia.

El amplio camino de bajada discurre por una faja natural pegada a los conglomerados  y deja ver unas bellas panorámicas del valle de Basa antes de  ir contemplando la increíble ubicación de distintas eremitorios y ermitas que aprovechan los abrigos naturales y las paredes de pudinga para ilustrar un modo de vida que parece irreal. A la vuelta de un recodo y anunciándose con  fuerte estrepito aparece una majestuosa cascada que sorprende cuantas veces la ves. Tras fotos y más fotos desde distintos encuadres, y con algún que otro toque de campana, hay que seguir bajando por una senda un tanto pedregosa que en determinado momentos entre la vegetación, ahora artos, enebros y robles, nos da una bonita perspectiva de la cascada y de las ermitas que detrás se esconden incrustadas en los paredones de conglomerados.

Tras cruzar el barranco la senda se hace un poco más cómoda y va pasando ante las distintas ermitas del trayecto en el que se observan obras de contención y protección de las laderas ya que al ser un terreno de margas siempre tras periodos de lluvia el acceso era cuando menos delicado de recorrer por los continuos desprendimientos. Así, pasadas las cinco y media entrábamos en Yebra de Basa.

La travesía programada para el domingo día 19 para visitar la fuente Elvira en Canfranc se ha cambiado por el peligro que suponen las concentraciones de nieve que quedan en alguna de las barranqueras que cortan la senda. Otro año será. En su lugar se ha programado otra travesía por la zona del puerto de Somport.