Domingo 19 de noviembre
Fría comenzó la mañana, tal como atestiguaban los arbustos recubiertos de una ligera capa de escarcha. Después de cruzar por dos veces el río Flumen, con cuidado para no resbalar y mojarnos en sus frías aguas, llegamos al derruido pueblo de Santa María de Belsué (920m).
Visitamos su iglesia románica construida en el siglo XI, en la que destacan su cabecera plana y sus arquillos lombardos. En su interior se conserva una pila bautismal. La iglesia fue restaurada en 2017, y declarada bien del patrimonio cultural aragonés.
Seguidamente ascendimos hacia la pardina de Ascaso (960 m) mientras contemplamos las llamativas y espectaculares pozas que ha excavado el rio en la piedra arenisca. Aprovechamos que el sol empezaba a calentar para tomar el almuerzo.
Continuando hacia el norte, después de unos minutos cruzamos por última vez el río Flumen, esta vez con más dificultad al no haber pasarela de piedras. Ascendimos por una bonita, fresca y amplia senda por el interior de un bosque de pinos, carrascas y bojes, mientras escuchábamos el rumor de las aguas de los barrancos Abarza inicialmente y Barón después, contemplando en varias ocasiones algunas de sus pozas y cascadas. Llegamos a una zona más llana, repoblada de pinos, donde se encuentra la pardina de Usieto (1320 m), y nos acercamos a ver los restos de su diminuta iglesia románica de la que únicamente queda en pie su ábside.
Por el interior del pinar, en la parte alta de la sierra y en dirección este fuimos al encuentro del sendero Gr-16 que tomamos en dirección norte, para llegar a continuación a Ibirque (1330 m). Se trata de un despoblado con una iglesia inicialmente de estilo románico (remodelada en los siglos XVII y XVIII), actualmente en ruinas y cuya torre aún sigue parcialmente en pie. Igualmente sigue en pie la bóveda del altar. Llaman la atención algunas bordas con los característicos arcos rebajados, carpanel. La casa Otín conserva el escudo de armas del año 1800. Ibirque aún tenía 24 habitantes en 1950, pero en 1960 ya estaba totalmente despoblado. Fue el momento adecuado para comer, disfrutando de un día casi veraniego, mientras contemplábamos las espectaculares vistas del Norte de Guara y de la sierra Gabardiella.
Después de cruzar la sierra de Belarra (1375 m) accedimos a su cara norte y en continuo descenso por dicho sendero GR-16, en algo más de 5 km llegamos a Gésera (840 m), pequeña y muy bien cuidada población. Nos acercamos a ver unas tumbas antropomorfas situadas en un caserón cercano, antigua abadía.
Recorrimos unos 16 km., salvando un desnivel de casi 700 m., algunos más en descenso, empleando un tiempo total de casi 7 horas. El próximo tres de diciembre Turismo por el Alto Aragón cumple su travesía número 500 y de manera conjunta lo celebrará con el grupo de Rutas por la Provincia con un paseo por la zona y posterior comida en el refugio de Peña Guara en Nocito.