Travesía 411 – Valle de Estós: ibones de Escarpinosa y Perramó

1 julio de 2018  —  C/ Almudévar  7:00 horas

Pasado Benasque y el desvío a Cerler la carretera cruza el Ésera por el puente de San Jaime, allí, a la entrada del valle de Estós nos dejará el autobús (1.320 m.).

La pista tras bordear un camping y un aparcamiento nos presentará el embalse del siempre caudaloso río Estós, una presa con fines hidroeléctricos pues desvía el agua a la central de Eriste. Tras media hora de marcha cruzaremos el río para pasar por la caseta de Santa Ana donde el valle se abre entre avellanos y bojes y llegar a la bifurcación que nos introducirá en el valle de Batisielles. (1600m – 1 hora).

El camino gana altura sin disimulo por lo que habrá que tomárselo con mucha calma. Siempre caminando bajo un oscuro bosque de  avellanos, servales, bojes, y hayas. Tras un breve rellano cruzaremos la Aigüeta de Batisielles y ahora la senda con muchas lazadas y entre pinos nos elevará hasta el ibonet de Batisielles.

Es un pequeño ibón enclavado en una turbera con pinos salteados donde el río efectúa varios meandros y que resulta de lo más fotogénico y acogedor, con permiso de las moscas. (1830 m—casi dos horas). De aquí parte una senda al refugio de Estos, otra a los ibones de Batisielles y tras pasar un alto collado al refugio de Ángel Orús y atravesando la pradera la que tomaremos.

La senda con algún repecho duro nos ofrece abundantes rápidos y cascada cuando se acerca al torrente o bonitos bosques cuando discurre por pequeños llanos, salva abundantes escorrentías y arroyos por rústicos puentes hasta presentarnos uno de los parajes más admirados de todo el Pirineo. Alimentado por una cascada que se precipita de los ibones de Perramó, vigilado por la Tuca de Ixeia y la majestuosa Aguja de Perramó y como magnífico balcón para contemplar el macizo de Perdiguero: el ibón de la Escarpinosa. (2042 m. – poco más de 3 horas).

A elegir entre quedarse a bañarse o ducharse o proseguir una hora más de subida, sin ningún tipo de dificultades, hasta llegar a las frías aguas del ibón grande de Perramó. (2270 m – 4 horas).

El regreso por el mismo camino.

Escarpinosa marcada