Travesía 341 – Canfranc Estación – Fuente Elvira

 Excursión circular en Canfranc estación

Recorriendo sendas muy trabajadas

 

El pasado domingo 5 de octubre 39 excursionistas salíamos a las siete y media de la mañana desde Huesca con destino a Canfranc Estación, punto de inicio y fin de la travesía circular que teníamos prevista para ese día. Desde el puerto de Monrepós el Pirineo aparecía casi despejado y únicamente quedaba alguna nube residual del frente que había pasado durante la noche agarrada a los picos, principalmente en la zona a la que nos dirigíamos, pero que como comprobamos posteriormente, éstas fueron levantando a medida que el sol iba calentando.

 

Poco antes de las nueve de la mañana el autobús nos dejó junto a la puerta de la estación de tren de Canfranc, situada a 1190 metros de altitud. A las nueve de la mañana nos poníamos en marcha y tras recorrer las vías de la estación hasta llegar junto a un túnel, en la parte sur de la estación, cogimos una senda que después de unos metros de ascensión nos situó en el paseo de los Melancólicos, junto a uno de los búnqueres de la línea P, la barrera defensiva construida en los Pirineos entre 1939 y 1948 con el fin de evitar hipotéticas invasiones al territorio español. La situación de éste no podía ser más estratégica, ya que está situado justo unos metros por encima del túnel y está completamente camuflado por la vegetación. Al poco abandonamos la pista para coger una senda donde varias tablillas señalaban nuestros objetivos: el refugio de Buenavista y la fuente Elvira. Vamos subiendo por una senda de muy buen piso y muy cómoda, como todas las que vamos a recorrer durante la travesía. Estas sendas fueron trazadas durante la primera mitad del siglo pasado, cuando se llevó a cabo un ingente trabajo de reforestación y de construcción de barreras de contención de nieve en las laderas que flanquean la estación internacional de Canfranc y su trazado, con innumerables lazadas, nos permite superar el desnivel de la excursión de una forma muy cómoda. Vamos ascendiendo por un bosque mixto de abeto y haya y a los cuarenta minutos de empezar a andar paramos para almorzar.

 

Después de almorzar proseguiremos el ascenso por una senda con muchas lazadas, lo que permite la progresión ladera arriba con un mínimo esfuerzo. En este tramo la senda transcurre cerca de la tubería que baja del ibón de Ip y de hecho, pasamos por debajo de la tubería un par de veces. Junto a la tubería la senda se bifurca y nosotros cogemos el desvío de la izquierda, que pasa junto a la “caseta de las grasas”. Vamos ascendiendo, primero por bosque y luego por zona herbosa. Dejamos un par de desvíos más, perfectamente señalizados, hasta que aproximadamente a las doce y media del mediodía llegamos al refugio de Buenavista situado a  2130 m. de altitud, y que fue rehabilitado en el verano de 2013. Desde este punto y, como sugiere su nombre, se disfruta de una magnífica panorámica de todo el valle del río Aragón y en particular de la estación de Canfranc. Desde aquí podemos ver los picos del Águila, Borreguil de la Cuca, Lecherines, la Raca, …

 

Tras la parada proseguimos nuestro camino por una senda prácticamente horizontal hasta la fuente Elvira, donde llegamos quince minutos después. La fuente está situada a 2111 metros de altitud y data del año 1944. De la fuente mana un agua muy fresca y aprovechamos para rellenar las cantimploras. En este punto pensábamos haber hecho otro pequeño alto en el camino, pero como la fuente está a la sombra esto se traduce en que la temperatura es bastante fresca y se hace aconsejable desplazarnos unos metros para hacer la parada prevista al sol. Desde este punto podemos admirar el enorme trabajo de construcción de barreras de contención de nieve que se hizo en esta ladera, cuando los medios no eran los actuales y como muchas de estas construcciones sobreviven, sin ningún mantenimiento, a condiciones metereológicas extremas.

 

Emprendemos el descenso por una senda muy bien trazada hasta llegar a la caseta del Vasco (1880 m.), que fue empleado como restaurante/economato/dormitorio entre los años 30 y los 50 y de la que hoy se conservan las paredes y poco más. Un poco más abajo cogemos un desvío que nos llevará por la senda de los veintiún muretes hasta la casa de la Cueva. A las dos y media de la tarde y poco antes de atravesar el túnel que hay junto a la casa de la Cueva paramos para comer, unos al sol y otros buscando la sombra. Tres cuartos de hora después proseguimos el camino, atravesamos el túnel y pasamos junto a las ruinas de la casa de la Cueva, situada a 1630 metros de altitud. Vamos bajando, haciendo innumerables lazadas, disfrutando del bosque y de la senda, hasta que llegamos a la pista que va a Picauve. Pasamos junto a la “casita Blanca” y tras recorrer la pista durante unos cientos de metros, cogemos una senda, que poco después nos deja en el paseo de los Melancólicos. Bajamos hasta la estación, y tras recorrerla de nuevo y hacernos una foto de grupo con el edificio principal como telón de fondo, llegamos al autobús. Eran casi las cinco de la tarde y habíamos recorrido 19,5 kilómetros, superado un desnivel de casi 950 metros y invertido en ello cinco horas y media. A las cinco y media de la tarde iniciábamos el regreso a Huesca, donde llegábamos poco después de las siete de la tarde.

 

La próxima salida se llevará a cabo el 19 de octubre. La excursión programada nos llevará desde el Corral de las Mulas por los Ibones de Anayet para recorrer toda la Canal Roya hasta Canfranc.

 

 

 

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