Travesía 187 – Astún – ibones Escalar y las Truchas – Astún

Agradable y largo paseo por el valle de Astún
Recorrido circular por los ibones de Escalar y de las Truchas

Tras los tres meses de verano en que no se realizan las actividades de senderismo de Peña Guara, sesenta y tres senderistas del grupo de Rutas disfrutamos, el pasado domingo día 11, de un excelente día y tan apenas pasamos calor pues el fuerte sol estuvo acompañado en numerosos  trechos por una suave brisa.

Algo después de las nueve subíamos las escaleras que desde el aparcamiento nos llevan al último edificio del complejo de esquí de Astún para tomar la pista, que pasando bajo la telesilla de las Truchas, comienza a ascender junto al barranco de Escalar por el que apenas bajaba un chorrillo de agua. Dejada la pista unos cortos pero duros repechos nos llevan a los Llanos del Sol por los que pastaban un numeroso rebaño de ovejas y como aquí la senda dulcifica su ascenso, bien nos vino para recuperar el resuello.

En dirección a un resalte rocoso que domina el llano por el norte y por clarísima senda que realiza abundantes lazadas se gana altura hasta entrar en el pequeño circo donde se asienta el casi colmatado ibón de Escalar o de las Ranas.  Los aportes de este ibón sumados a los del otro que luego visitaremos conforman el nacimiento de nuestro río Aragón.

El  ibón reposa en una hondonada rodeado de pastizales y como ya llevábamos más de hora y cuarto caminando fue el lugar elegido para almorzar bien sentados y casi metiendo los pies  en el agua. Entre darle la vuelta al ibón, descansar a pierna suelta en la hierba o continuar el ascenso hasta el cercano collado, cuestión de veinte minutos de suave subida, la mayoría optó por seguir subiendo.

Una marcada senda rodea el ibón por el norte y tras un pequeño repecho se accede al collado de los Monjes o Puerto de Jaca. La panorámica es de las que no se olvidan. A nuestros pies el verde valle francés de Bious-Artigues presidido por la esbelta y siempre llamativa silueta del Midi d’Ossau y su vecino el Peyreget. A lo lejos, un poco difuminada por la neblina, una guirnalda de picos desde los Infiernos hasta el Balaitús como  más representativos.

De regreso al ibón será ahora la panorámica hacia el sur la que podrán admirar  nuestros ojos. Por encima de las verde-azuladas aguas del ibón aparecen las siluetas del macizo de Aspe y los esbeltos Lecherines. La foto es de auténtica postal.

Nada más salir de la cuenca del ibón de Escalar deberemos caminar por una cuidada pista que atraviesa horizontalmente las laderas de las cumbres fronterizas y constituye un cómodo paseo en balcón que domina toda la estación de invierno de Astún. Desde ella se pueden contemplar los arrastres que se extienden desde el pico Mala Cara hasta la Raca máxima altura de la zona esquiable.

Tras pasar bajo un telesilla se llega al pequeño ibón de las Truchas. El ibón con abundantes algas por sus orillas aún conservaba cierta cantidad de agua o al menos eso me pareció pues pensaba encontrarlo casi seco. Un buen rato estuvimos reposando en sus orillas ya que íbamos con adelanto sobre el horario previsto, algo que no ocurre casi nunca. Ahora nos esperan unos cuatrocientos metros de desnivel que podemos descender por la pista que da servicio a los vehículos de la estación o bien siguiendo las pistas de esquí que aunque presentan algunas zonas con acusada inclinación constituyen un apreciable alcuerce. Optamos por la emoción que supone bajar dos fortísimas pendientes bien por terreno  pedregoso y resbaladizo o por herbazales que como estaban secos apenas resbalaban. Así con cuidado en algunos tramos llegábamos al autobús a las dos de la tarde.

Los navegadores de montaña nos indicaban que habíamos caminado algo menos de diez kilómetros, salvando un desnivel de 510 m. en un tiempo neto de caminar de poco más de tres horas.

El próximo domingo día 18 el grupo de Turismo por el Alto Aragón ha planeado la travesía que desde el embalse de Llauset, pasando por el recién inaugurado refugio de la Federación Aragonesa de Montaña de Cap de Llauset, cruce el collado de Vallibierna, recorra todo el valle hasta terminar en el camping de Senarta ya en Benasque.

 

 

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