↑ Volver a Peque Guara – 2016

Ruta nº24 – Los Torrollones de la Gabarda

AVENTURA EN LA GABARDA

El pasado domingo tuvimos una nueva cita con Peque Guara. Aunque el día anterior no dejó de llover en toda la tarde las previsiones decían que no nos mojaríamos, así que nos reunimos animados en torno al autobús. En esta ocasión somos 57 entre niños y adultos los que volvemos a los Monegros y en esta ocasión nos acercamos a conocer los Torrollones de la Gabarda.

Comienza nuestra excursión junto a la presa del Torrollón de Marcén, por el camino que bordea los campos de cultivo ahora cubiertos de una tupida alfombra de un verde intenso, pasamos bajo el primer torrollón, formación que combina arcillas y limos con losas de piedra arenisca y que la erosión talla con formas caprichosas. Continuando por el camino llegamos al segundo torrollón bajo el que almorzamos para coger fuerzas y fotografiamos su esbelta y original silueta. De nuevo rodeando un campo llegamos al punto en el que tomamos un sendero apenas visible y que a media altura nos lleva por el pequeño acantilado descompuesto hasta llegar a una curiosa formación rocosa que la erosión ha tallado y comprobamos porque se la llama “el abuelo”. Desde aquí contemplamos los amplios campos de regadío a nuestros pies que nos hacen olvidar que estamos en los Monegros, tierra que siempre asociamos como un terreno árido y seco y que hoy nos sorprende su verdor.

Una pequeña subida y tomamos el camino ahora señalizado con marcas de pintura y que primero nos lleva por una pequeña faja que la erosión ha excavado en la roca. Encontramos la señal que nos indica la dirección a tomar para acercarnos al “castillo de la Gabarda” bajo el que nos encontramos, antiguo asentamiento que en época musulmana fue acondicionado como fortaleza pero que en esta ocasión no visitamos. Cambiamos planes y tampoco nos acercamos hasta la “Iglesieta”, lugar en el que se encuentran los restos de otra fortificación. Nos dirigimos hacia la Gabarda siguiendo las marcas del camino y bajamos al “Rincón del Olivar”, un circo entre las paredes rocosas el que se encuentra un antiguo campo de olivos y en el que se ha realizado un pequeño sendero botánico con diferentes plantas y arbustos con carteles en los que nos indican las especies que identifican.

Llegamos a La Gabarda y al Parque de Ocio y Aventura que hay aquí y que ya en nuestro camino hemos podido ver desde lo alto, con sus puentes colgantes, tirolinas y diferentes circuitos de aventura. Es ahora cuando les damos la sorpresa a los niños y les decimos que nos lanzaremos por las tirolinas. Aunque alguno ya ha probado la experiencia aquí o en otros parque similares, ningún niño se lo quiere perder, una vez equipados cada uno con su arnés y tras las instrucciones de los monitores, empiezan a lanzarse por el cable a gran altura del suelo, incluso los más pequeños, sin un atisbo de miedo, todos obedientes a las instrucciones recibidas y uno tras otro completan el pequeño circuito que hoy realizan. Nos divierte ver las sonrisas que no caben en la cara de todos los niños cuando tocan el suelo después del vuelo por las alturas, la satisfacción que expresan ; a la pregunta de si les ha gustado, todos responden con un siiiiii con muchas i antes de pedirnos repetir (seguramente habrá que volver en otra ocasión).

Es la hora de comer, los pequeños hace rato que con la actividad que han realizado se les había olvidado y hoy podemos disfrutar de la comida sentados a la sombra en las mesas y bancos del parque. Mientras nos relajamos de sobremesa, los niños juegan en los alrededores por las instalaciones que hay aquí, su energía es inagotable. Antes de ponernos en marcha de nuevo es el turno de los padres y unos cuantos, equipados como los niños hace un rato y bajo su atenta mirada y peticiones de repetir, nos lanzamos emulando a los niños. Las cámaras no han dejado de disparar, para inmortalizar el momento y guardar un recuerdo de esta pequeña aventura.

Aquí no termina nuestra excursión, de nuevo las mochilas a la espalda y tomamos la cómoda pista que en tres kilómetros nos acerca a Alberuela de Tubo dónde nos espera el autobús. Al finalizar la excursión hemos andado unos ocho kilómetros (los niños seguro que más). No nos ha supuesto un gran esfuerzo, pero los paisajes que hemos contemplado, la aventura de las tirolinas, las curiosas formaciones que hemos visto por el camino, incluso los paisajes que vemos desde el autobús nos dejan un grato recuerdo.

Han quedado pendientes muchas cosas por ver, la zona nos ofrece muchas posibilidades y con el tiempo habrá que visitarlas, un paisaje de contrastes, la pequeña aventura que han vivido los pequeños, un día primaveral de tiempo esplendido, diversión, deporte, convivencia familiar, son muchos los recuerdos que nos quedan grabados de este bonito día.

Ya sólo nos queda agradecer a los responsables de Gabarda Aventura su amabilidad y las facilidades que nos han brindado para completar un gran día, seguro que pronto volveremos a vernos.

J.L.

 

 

Distancia: 8km

Desnivel acumulado: +130m / -150m

 

Hora de salida:          9:30

Lugar de Salida:         C/ Almudevar, 2

Hora de llegada:        17:30

mapa ruta