Alta Ruta “cuatro estaciones” por el macizo de Panticosa y Respomuso
Lola Mas
Cuatro etapas de esquí de montaña en el valle de Tena
En la “Alta Ruta de Esquí de Montaña Valle de Tena” realizada por el macizo de Panticosa y el circo de Respomuso, la primavera ha mostrado todas sus caras en la montaña, cuatro estaciones para cuatro intensas jornadas. En las dos primeras ha permitido disfrutar de la mejor nieve de altura en Abril y de un sol espléndido en el macizo de los Batanes y el Pico Neveras, en el entorno de los grandes ibones que caracterizan al macizo, los Brazatos, Bramatueros y Bachimañas y en la segunda parte proyectada para enlazar con el circo de Respomuso, la meteorología adversa provocó que se adaptaran los itinerarios poniendo a prueba materiales y sentido común para culminar con éxito las cuatro etapas.
En la primera etapa, festiva de San Jorge en Aragón, se inicia la Alta Ruta por detrás de Casa Belio antiguo establecimiento del Balneario de Panticosa por donde el camino zigzaguea hacia la cuenca de los ibones Brazatos. Es preciso portear esquís durante una hora ya que las nevadas de este invierno también han sufrido grandes deshielos y porteos con el viento. Calzamos esquís sobre el barranco de Brazatos en nieve aún endurecida que pronto dá paso a buenos espesores en la vertiente que supera la cuenca a los ibones Altos para alcanzar el bonito y alpino paso del cuello de Labaza, por el que se traspasa a la cuenca de este lago para acceder al esquiable pico Norte de los Batanes. En la cumbre de 2.888 metros vistas inmejorables de la cresta fracturada de los Dientes, del pico Neveras al Noreste, objetivo de la siguiente etapa, el Arratille, el gran macizo de Vignemale, el de las grandes paredes, que por la vertiente española lo es también de grandes corredores, como el de la Moscowa, o la ruta de Lady Lister, que recuerdan tiempos históricos de conquista pirenaica, como al identificar los pasos fronterizos a la vertiente de Gaube en la cabecera del Ara. El descenso esquiando de Batanes hacia el paso entre el Xuans y el Serrato es un regalo de jornada primaveral de esquí de montaña, la nieve en las alturas es perfecta, algo más húmeda y pesada al perder altitud, lo que no es inconveniente para disfrutar del descenso.
Descanso y buena acogida en el refugio de los Ibones de Bachimaña, juegos de mesa y buena charla. La segunda jornada amanece soleada para sortear el lago superior de Bachimaña por la cola del gran ibón embalsado, ya que no es posible atravesarlo con el deshielo y los desagües que cuartean los bloques de hielo. Superado con cuchillas o a pie un estrechamiento inclinado se accede a la cuenca de Bramatuero Alto con el pico Neveras, cumbre de la jornada de 2.892m., a la vista. El paisaje en el lago helado al pie de los Batanes y el Neveras invita a que las cámaras no paren. Al alcanzar el collado del Letrero, alto paso alpino que da acceso al valle del Ara, nos asomamos a observar la vertiente española del Vignemale, más impresionante a menos distancia.
La ladera del pico, de pendiente continua que se supera en largas zetas bien trazadas, tras un descanso al sol en el collado del Letrero, deposita en la cumbre para disfrutar del paisaje y de un delicioso descenso de nieve bien transformada. Para llegar al refugio se corrige la propuesta de itinerario adaptándose al estado de deshielo de Bachimaña, volviendo entre el Xuans y el Serrato por el mismo descenso de la jornada anterior. Después de una transición para alcanzar el paso entre ambos rocosos picos, donde despedimos a dos participantes en media Alta Ruta, por el ibón de Coanga la nieve ha mejorado respecto al día anterior, está menos pesada.
La previsión meteorológica para la tercera y cuarta jornada indica cambios adversos. Al amanecer esperamos a ver la evolución de la nubosidad que cubre todo el macizo. Y a la vista de que no asoma la esperada ventana de sol se va modificando el itinerario para alcanzar el circo de Respomuso. Ascendemos por el valle de los Pecicos a la Forqueta de Bachimaña (2.806m.) que nos recibe con nevisca y alto grado de humedad que va empapando las pieles de foca. El descenso se realiza hacia el ibón de Campoplano con visibilidad escasa pero suficiente. Sorteando algún enjaconamiento en el barranco pronto alcanzamos la cuenca de Respomuso, restando alcanzar el refugio por los montículos que rodean la cola del lago sobre el antiguo refugio de Piedrafita. Tarde para secar materiales y disfrutar de la charla y pequeñas reparaciones de fortuna en el taller, como en la segunda etapa, que requirió el aporte de tornillería por parte de los que se unían al grupo.
Como se preveía, viendo el barómetro y los pronósticos, la cuarta jornada amanece lluviosa y cerrada a los 2.200 metros de altitud del refugio. Antes de tomar la iniciativa de descender por el barranco de Aguas Limpias al embalse de la Sarra como salida propicia, se intenta acceder por la ruta de invierno del paso de la Cubetilla. De vuelta al refugio descendemos por el camino de Aguas Limpias pudiendo observar los estragos que han causado las avalanchas en los barrancos de la Soba y los Arrieles, como en el propio refugio de Respomuso que ha restablecido su servicio en este Abril. Se espera de los organismos públicos medioambientales que rehabiliten el trazo de la senda GR que conduce a este estratégico refugio, por el servicio a la actividad de montaña y cierto desalojo de cauces abarrotados de tan elevado volumen de árboles derrumbados. Y celebración en buena mesa para el grupo de esquiadores de montaña que han compartido esta intensa Alta Ruta con 4.100 metros acumulados de desnivel positivo en unas 25 horas totales de actividad deportiva, a las que habría que sumar alguna hora de taller y la satisfacción de los aprendizajes constantes que proporciona la actividad en la alta montaña y en buena compañía.
Lola Mas
Huesca, 28-04-2015