Con un tiempo inmejorable para estas fechas, comenzamos el año 2022 cumpliendo con el programa que teníamos establecido, la ascensión invernal al pico Peyreget (2483m).
Una vez en la misma frontera con Francia por el Portalet, nos ataviamos con el material necesario para la aventura de hoy, crampones, piolet, cuerdas, arnés, etc. y lo más importante la actitud de este grupo que cada día es más positiva y disponible para llevar a cabo cualquier cosa que se nos pone por delante.
Nos ponemos en marcha y nada más empezar, el hielo nos hace sacar los crampones, que nos acompañaran en toda la jornada. El terreno nevado es una plancha de hielo y nos hace ir con precaución.
Pronto después de pasar por una cabaña, en dirección al refugio de la Pombie, comienza a ponerse bastante inclinado, así que realizamos unas lazadas para subir más cómodos y sin darnos cuenta ya estamos llegando a una cresta que continúa en ascenso hasta otra más expuesta y de terreno mixto(nieve y roca).
Continuamos hasta donde se termina la arista y llega el momento de tomar decisiones, en este caso se opta por bajar un corredor que nos deja en el ibón de Peyreget.
En el descenso del corredor una de las componentes del grupo, tiene unas molestias en la pierna, una vez colocada de forma segura sobre el empinado corredor, atendemos sus necesidades ya que este grupo es una piña, así pues y con la ayuda de uno de los componentes del grupo que es médico proseguimos, pues solo es un calambre.
Ya al final de este corredor se halla el lago de Peyreget, que en estas fechas está completamente congelado y cubierto de nieve. Damos un rodeo al lago y proseguimos otra vez en ascenso hacia el collado Peyreget, que se halla entre el mismo Peyreget y su hermano mayor el Midi Ossau de (2880 m), un antiguo volcán visible desde todos los puntos del Pirineo.
Una vez en ese collado solo nos resta un pequeño ascenso hasta la cumbre del Peyreget (2483m), dónde comemos y hacemos un breve descanso.
Para el regreso desde la cima utilizamos otra ruta por la cara sur, en ella haremos unas prácticas de autodetención y aseguramiento con piolets para hacer el descenso más cómodo y así nos sirve un poco de entrenamiento para otras futuras dificultades.
Una vez hechas tales maniobras nos hallamos en el collado de l’Ou, según la gente el pequeño cursillo realizado, ha sido todo un acierto y se lo han pasado muy bien.
Ya desde ese punto descendemos hasta donde tenemos el autobús, hablando y recordando los puntos por los que hemos ascendido a este precioso pico del pirineo francés.
De esta última aventura, solo cabe destacar el nivel que está adquiriendo el grupo, del que cada vez todos los componentes nos sentimos más orgullosos. La montaña en esta ocasión nos ha dejado ascenderla e incluso nos ha permitido que nos sintiéramos unidos a ella en armonía, con esa paz que cada uno llevamos en nuestro interior y nos permite sentirnos mejor después de hacer el esfuerzo, por eso te damos las gracias Peyreget, has ganado unos nuevos amigos.
Sergio Vivas