Sábado 11 y domingo 12 de mayo de 2024
Doble jornada por la Sierra de Guara para iniciar temporada de la Pico a Pico
Lola Mas
El Borón por la cresta Norte y la clásica de Guara Fragineto y Montedinera
Había que encontrar una ruta novedosa para sorprenderse en el inicio de temporada del programa Pico a Pico de Peña Guara que tiene por tradición empezar en la Sierra de Guara, en primavera, mientras las nieves se funden en el Pirineo para dejar paso a jornadas pirenaicas para redescubrir o repetir rutas de la montaña pirenaica a lo largo de los más de 25 años de esta actividad montañera del club de Huesca.
Y hablando con conocedores de la Sierra que la han recorrido por los más intrincados itinerarios, recogidos algunos en el libro de Enrique Navarro, que nos acompaña, se pensó que del pico Borón se puede descender hacia el río Guatizalema por la cresta del Espada, muy poco transitada, que se eleva sobre el río por encima de un último puntal conocido como el Proyectil.
Así, hacia el pico Borón se inicia la jornada por un pequeño grupo de participantes desde Vadiello por la ermita de San Chinés, rocoso enclave que se esconde en las paredes de la Sierra, que dá paso a empinadas laderas rocosas para situarse en lo alto del cordal de la cresta de los Mallos de Aliana o de los Pepes, unos torreones característicos. Desde lo alto del mirador, asiento de buitres y cabras montesas en su territorio, se llega a las clavijas que facilitan el paso para seguir cresteando hacia el collado del Borón, al que se asciende sin dificultad salvando cerca de doscientos metros desde el collado. Arriba un descanso con la vista puesta en la cresta de Espada hacia el Norte por donde comienza la parte más interesante y esperada de la jornada, para descender a la senda de los Carboneros en el Guatizalema.
Hay que prestar atención en el descenso que transita por lo más próximo al filo siguiendo unos rastros de senda que se habían reconocido unos días antes para asegurar el itinerario, hasta que se allana y desciende hacia un escalón rocoso que se destrepa entre árboles que sirven de apoyo. En una hora sin perder pie y no tirando piedras a los de abajo, vamos alejándonos de la cima del Borón y alcanzamos la brecha bajo el Espada que es el paso hacia la vertiente del Guatizalema. Toca descender trabajosamente las laderas pedregosas que se descuelgan hacia el río al fondo que serpentea de tonos verdes muy intensos, hasta alcanzar por fin la Senda de los Carboneros, que es el camino que se utilizaba desde antiguo para ir de una vertiente a otra de la Sierra, de Vadiello hasta Nocito, en largo trayecto que calculamos de unos 10 kilómetros desde el punto de confluencia donde hacemos una parada en la sombra, para afrontar la segunda parte de la jornada, que alivia el calor en los cruces necesarios del río. Las señales que hay en el camino van indicando que los kilómetros decrecen rápido. Se llega al barranco de La Pillera y a Nocito completando unos 20 kilómetros de trayecto, con un desnivel que ha acumulado unos 1.300 metros entre subidas y bajadas a lo largo del recorrido. Por fin el mejor descanso en las cómodas instalaciones de la casa refugio Lardiés donde pernoctaremos.
La segunda jornada es la clásica bien conocida que recorre la Sierra de Norte a Sur, de Nocito a Vadiello por tres de las principales cumbres, el Tozal de Guara, Fragineto y Montedinera. Salimos con el fresco de la mañana, después de un buen desayuno en el refugio, muy bien atendidos por las guardesas. Por el camino de la Paul de Bentué se llega al refugio de Fenales, y ascendido se alcanza el prado de las Cerolleras, con los serbales dando sus primeras hojas de primavera. Pronto se pasa por la cruz de la ladera próxima al collado y el último ascenso a la cumbre que siempre invita a acelerar el paso. Aún no es mediodía, hay tiempo de observar las vistas al Norte y al Sur desde la cima del Tozal, e identificar montes e itinerarios recorridos por la Sierra. Una primavera más, se firma a instancias de Jutta en el libro de cumbre, antes de lanzarnos pedreras abajo rápidamente para pasar por el Raso de los Hongos, fuente Chinebro y el collado de Petreñales, otro punto de referencia de la larga jornada.
En el collado toca ascender hacia el cordal del Fragineto, es más de mediodía y la brisa que nos ha acompañado por la mañana se disipa en el tupido bosque por el que discurre la senda, donde una vez en lo alto de la cresta nos acercamos en pocos minutos al saliente de la punta Corcurezo, que es un espléndido mirador de los valles de la Sierra y del Pirineo al fondo que se observa aún muy nevado.
El cordal hacia el Fragineto se recorre rápidamente hasta llegar al hito cimero que marca 1.749 metros, donde hacemos otro breve descanso para iniciar el descenso pedregoso de la cresta y alcanzar el cuello de Lizana para iniciar el ascenso al último pico de la jornada, el Montedinera. Por fin desde la cumbre donde se observa la gran vuelta que hemos dado a la Sierra desde el Tozal, la vista está puesta en el embalse de Vadiello, el destino al que bajaremos por la ruta de las ermitas sin pausa, salvo la obligada en las aguas frías de la ermita de la Fuensanta, que alivian el final de la larga jornada, pasando por el Esconjuradero hasta el aparcamiento junto a la presa de Vadiello.
En la segunda jornada se han grabado más de 26 kilómetros de recorrido con unos 1.700 metros de desnivel de ascenso y unos 1.900 de descenso acumulado, que han dejado satisfechos al grupo y también a una montañera y un montañero que han participado por primera vez en la Pico a Pico, como lo hacen en otras actividades de Peña Guara y que se han sumado a la apertura por la Sierra, con la expectativa común de las cumbres e itinerarios propuestos para el Pirineo en los próximos meses.
14-05-2024