05/10/2024
Collarada por la ruta Russell
Lola Mas
Finalizando la temporada de la Pico a Pico en el valle de Canfranc
No sabemos si el conde Russell cuando ascendió en 1876 a la Peña Collarada con Labharte en la primera ascensión documentada que se conoce siguió la ruta Russell, pero sí que es recóndita y muy intrincada entre agujas que ocultan la cumbre a la que se pretende llegar, empinada y retorcida simula el descubrimiento del Pirineo al que el conde dedicó su privilegiada posición; si algún pastor dejó sus ovejas en las praderas y subió por los pedregales no ha quedado documentado en la historia del Pirineismo.
El programa Pico a Pico de Peña Guara siempre pretende volver a las cumbres que se han ascendido por otros itinerarios y ésta fue la ocasión de salir de Canfranc en lugar de Villanúa de donde se parte a la ruta de la Trapa y decidirse por el original itinerario de la ruta Russell a la Peña Collarada. Como durante el mes de Septiembre se tuvo que suspender esta ascensión por las intensas lluvias que se han producido, dejando huella en los pasos fronterizos, como el de Somport en el valle que visitamos, los organizadores pensaron que la ruta merecía retomarse.
Al poco de iniciar la marcha desde el Puente de Arriba de Canfranc donde se aparcan los vehículos, hay una señalización y desvío del camino principal a Collarada por la vía Russell y había que estar atento porque iniciamos la marcha antes de amanecer, un grupo no muy numeroso con tres montañeros incluyendo mujeres que se estrenaban en la Pico a Pico. Más adelante aparece otro cartel que indica Collarada por la canal de Curuyé vía Russell. El barranco de Curuyé señalizado se queda a un lado, la ruta Russell asciende por laderas que se inclinan sin tregua, por un bosque tapizado de pinocha y piedra suelta sin buena senda, que hay que seguir lo mejor posible entre agujas rocosas, ayudados por una señalización con tubos amarillos en algunas ramas. Es intrincada y muy empinada, se trepan algunos resaltes, incluso uno que se puede graduar de tercer grado, con cuidado de no tocar los agarres más rotos. De esa forma se alcanza la confluencia con la senda que sube por la canal de Curuyé en la vertiente que conduce a una canal equipada con sirgas, que después de lo que se ha trepado casi no resultan necesarias, para seguir ascendiendo hacia los Llanos de los Campanales. Ya se han ascendido mil metros de desnivel por lo que toca un descanso y algo de avituallamiento al sol.
La Peña Collarada por fin aparece a la vista, al fondo, después del tránsito por las agujas de la ruta Russell entre el bosque. Los Llanos de los Campanales contrastan con el escalón de las agujas, por lo que el ascenso por estas laderas se ha calificado de “falso llano” en la convocatoria que se publica de la actividad, lo que dá lugar a jocosos comentarios ya que no deja de subir. Bajo el cordal de los Campanales se desciende a una cuenca donde aparece agua de manantial en las rocas calcáreas, la fuente donde se puede coger agua mientras vemos las formaciones rocosas de la cresta que también está denominada como de los Campaniles, con grandes agujeros en la roca a modo de huecos de campana, quizá de ahí venga el topónimo, erosiones en las areniscas que contrastan con las calizas blancas características de esta montaña que se descuelga de la cadena pirenaica al Sur y que se observa desde el valle en Villanúa con sus collares de distintas tonalidades.
Traspasada la cuenca se confluye con la ruta que va por el Sur desde la Trapa y a los pies del gran pedregal que forma el gran collar blanco que hay bajo la cima se van siguiendo trazos de senda en unos trescientos metros de desnivel, hasta alcanzar la base de la canal central, la vía de acceso a la cumbre. El pedregal se va salvando con esfuerzo endureciéndose el paso en los últimos metros antes de la canal que es de pedreguillo más fino y poco trazo de senda. En la base de la canal nos reagrupamos antes de trepar los últimos metros por la zona rocosa y alcanzar la cumbre a 2.884 metros de altitud.
Desde la Peña Collarada se tiene uno de los mejores observatorios del Pirineo, de Oeste a Este, el macizo de Lecherines, el Midi d’Ossau que destaca siempre imponente, el macizo del Balaitus, el de Infiernos, el de Vignemale, el de Monte Perdido, el de Sabocos Tendeñera, hasta Peña Montañesa, sin mencionar todos los que se ven. Después de las felicitaciones y foto de cumbre, la ruta de descenso se dirige hacia el cuello de Ip, un corte en el relieve festoneado, por una empinada canal pedregosa, que requiere atención, hacia el gran lago de Ip, que rodeamos por la izquierda, próximos al borde, para terminar la ruta circular desandando por la Umbría del valle de Ip, por el bosque de La Besera. Antes del último tramo de descenso un descanso en la presa del ibón de Ip, para acabar por descender los mil metros restantes de un tirón. Se alcanza por fin en la ruta circular el punto de desvío a la canal de Curuyé y la ruta Russell por donde pasamos varias horas antes.
Y para celebrarlo bajamos a La Estrella de Villanúa donde la vista vuelve a los collares pedregosos por los hemos transitado, intentando identificar en el bosque las agujas de la ruta Russell. En esta circular se han recorrido cerca de 1.900 metros de desnivel tanto de ascenso como de descenso, que sin duda han dejado buena huella para finalizar la temporada de la Pico a Pico, agradeciendo una vez más el acompañamiento y la organización del club de montaña Peña Guara.
