5 de septiembre
El Vallibierna y el Culebras en travesía hacia la Sierra Negra
Lola Mas
Emocionante regreso al Pirineo de la Pico a Pico
Como los niños con la vuelta al cole, casi emocionados y expectantes, volvemos después del verano a reunirnos con los compañeros de Peña Guara para ascender a la bonita cumbre del Vallibierna con la travesía por el paso del caballo al vecino Culebras, paso rocoso y vertiginoso que le hace competencia merecida al de Mahoma del Aneto, por donde este verano han atravesado cientos de montañeros ávidos de alcanzar los tresmiles del Pirineo.
La pandemia empieza a dar algún respiro entre sobresaltos y se sigue adaptando el programa, donde ha habido que prescindir de algunos recorridos que requerían de noches en refugio, por lo que la decisión de contar con autobús para hacer una bonita travesía, desde la presa de Llauset, por el Vallibierna para continuar por la Sierra Negra hacia los prados de Ampriu en el valle de Benasque, resultó muy acertada, aunque hubo que madrugar para el viaje hasta Llauset en la Ribagorza más oriental.
Partimos a 2.200 metros de altitud desde el lago de Llauset donde nos deja el autobús después de recorrer la espectacular pista que parte del pueblo de Aneto para recorrer rápidamente el camino que bordea el lago para ascender al lago de Botornás y a las cercanías del moderno refugio de Llauset. Dejando a un lado el refugio nos dirigimos por el transitado GR hacia el collado de Vallibierna, que hay que abandonar enseguida para alcanzar los lagos de la Coma de Arnau que se alojan al pie de la vertiente oriental del Vallibierna que tenemos enfrente con sus vistosos coloridos de roca rojiza en contraste con la blanquecina granítica que encontraremos en el famoso paso del caballo que nos espera entre el pico principal y el Culebras.
Los últimos pasos son muy inclinados, pero zeta a zeta y con las impresionantes y magníficas vistas de todo el macizo del Aneto por su vertiente meridional donde se observa la cresta desde el Russell al Margalida, Tempestades, Aneto, extendiéndose al macizo del Maldito y las Maladetas, con sus reconocibles crestas y agujas que se descuelgan por la vertiente de Llosás y de Coronas, casi sin darnos cuenta, alcanzamos el alto filo de la cresta a tresmil metros, avistando el famoso paso del caballo, por donde pronto vamos a pasar todos entre la cumbre del Vallibierna y la del vecino Culebras. Asegurando el paso a los casi treinta participantes, se hace fluído por lo que no tardamos en estar reunidos para la foto de cumbre después del fotogénico paso del caballo.
El descenso se inicia por una empinadísima y rota canal que nos deposita sin novedad camino de las suaves lomas de la larga Sierra Negra, donde afrontaremos la segunda parte de la jornada, sumando metros al desnivel superado. Aún nos acercamos a la Tuca de Arnau, una vez todos reunidos al pie del Culebras, espectáculo geológico de pliegues verticales que le confieren su aspecto peculiar. El trayecto hasta el paso final de la Tuca de Pasolovino aparenta lejano, pero la Sierra Negra es una sucesión de lomos suaves que se transitan muy rápido. Ascendemos la Tuca de Roques Trencades que aún suma unos metros a los desniveles de la jornada. A continuación el suave Castanesa y pronto por terreno más rocoso la cresta del Pasolobino, desde donde por fin observamos los llanos del Ampriu y hasta el autocar.
A trote por los herbazales crecidos en esta zona de acumulación de nieves invernales, y tras unas 9 horas y más de 18 kilómetros de recorrido con un desnivel acumulado de ascenso de más de 1.400 metros y sobre todo, el que más pesa en las piernas a última hora, de descenso de más de 1.700 metros, lo celebramos en Benasque, mientras algunos docentes de los que hoy han formado parte del grupo estarán pensando en que mañana empieza el curso y qué van a contar a sus alumnos que les reclamarán toda su atención, que aún estará algo perdida por estos grandes parajes de altura pirenaicos.
Huesca 6-09-2021