↑ Volver a Pico a Pico – 2015

La Munia (3.133 m)

18 y 19 de julio de 2.015

CAMBIO DE PLANES, ASCENDEMOS A LA MUNIA.

Según el programa del Pico a Pico, este pasado fin de semana tocaba ascender al Mont Valier desde el lejano Alos de Isil, en el Pallars de Sobirá, en la vertiente norte del puerto de La Bonaigua, acampando en el Puente de Perosa. Pero las previsiones de fuertes tormentas en el Pirineo durante la noche del sábado y la perspectiva de llegar de noche a Perosa, tal vez en plena tormenta, nos hicieron pensar que sería buena idea cambiar de plan. Mediante un mensaje por WhatsApp se hizo una consulta a todos los inscritos y todos estuvieron de acuerdo en salir el domingo a la zona de Bielsa.

A las cinco y media nos reunimos en Peña Guara para repartirnos entre los coches y ponemos rumbo a Bielsa. El nuevo plan es  subir hasta Chisagüés y ascender por  la pista del valle del Real hasta la fuente de Pietramula. Es la forma más rápida para acceder a los Ibones de La Larri, por el collado de Las Puertas, y ascender a nuestro nuevo objetivo, el pico La Munia (3.133 mts.), seguramente uno de los tresmiles más bonitos del Pirineo.

Amanece un día radiante, soleado y, cómo no, muy caluroso. Algunos han preferido dejar el coche antes del final de la pista y pronto nos reunimos todos en Pietramula para comenzar la ascensión. Un cartel indicador señala el comienzo de la senda que entre prados alpinos va ganando altura haciendo numerosos zigzags. Más arriba los prados dejan lugar a los canchales y el Pico Robiñera, el otro tresmil del lugar, aparece como una inmensa mole negra, pedregoso, infranqueable si no fuera por la marcada senda que se intuye en dirección a su cima. En realidad es uno de los tresmiles más accesibles.

Tras el collado de Las Puertas llegamos a los Ibones de La Larri, también conocidos como de La Munia, dos grandes lagos encajonados entre este desierto de piedras apenas aliviado por la presencia de algunos neveros que inexplicablemente aguantan estoicos estas sucesivas olas de calor que estamos padeciendo. Hacemos una breve parada en la orilla del primer ibón para saborear el paisaje, y algún bocadillo, antes de emprender la subida al collado donde arranca la arista de La Munia.

Ya comienzan a aparecer algunas nubes. La previsión es que pueda haber alguna tormenta durante la tarde, pero el aspecto no es nada preocupante y proseguimos nuestra andadura buscando el mejor camino por entre este mundo de piedras, camino que está jalonado por mojones y que, aunque se pierde en ocasiones, es muy fácil de seguir.

En el collado damos vista a la vertiente francesa, al circo de Troumouse que está delimitado al este por la cadena que forman las cumbres del Gervas, Heid, Troumouse, Sierra Morena y La Munia, formando entre todos una espectacular muralla.

Ya hace mucho que por el sur podemos ver la cadena de las Tres Sorores, con el Monte Perdido y su cara norte donde languidece su glaciar moribundo, el collado de Añisclo a través del cual también podemos ver el Pico de Guara y Peña Cancías, y la cadena de la Tres Marías que cierra el valle de Pineta por el sur.

Con este soberbio paisaje comenzamos la parte más complicada de la ascensión, la escalada de la arista desde el collado hasta la cima. Aunque no tiene pasos muy difíciles, es aérea y enrevesada, no apta para todos los públicos. Hay que saber encontrar el camino más adecuado para no meterse en dificultades y sobre todo, hay que tener mucho cuidado con la mala calidad de la roca.

Buscando el mejor camino, no siempre fácil de encontrar, a veces rodeando contrafuertes siguiendo algunos hitos, llegamos al Paso de Gato, la máxima dificultad de la ruta. Se trata de una placa fisurada en una roca que no tiene mucha adherencia. La encontramos equipada con una cuerda fija, con nudos, que facilitan la escalada (nunca hay que fiarse de las viejas cuerdas abandonadas). En lo alto de la placa hay varias instalaciones de rápel. Llevábamos una cuerda para asegurar este paso y, sobre todo para facilitar el descenso. (Una cuerda puede ser muy útil en esta ascensión, nos puede sacar de algún lío en caso de perder  la ruta. Pero, cuidado, una cuerda no sirve de nada si no se sabe usar)

Mientras subimos, un grupo de franceses está descendiendo por la arista, parece que van conducidos por guías, encordados en grupos de tres.  Hay otros grupos en la montaña que este día parece estar bastante concurrida, aunque nada parecido a las multitudes que se pueden encontrar en otros picos como el Aneto o Monte Perdido. La Munia tiene fama de montaña algo difícil y sólo asequible para gente mínimamente experimentada.

Finalmente llegamos a la cima de La Munia, a 3.133 metros. El tiempo sigue estable a pesar de las nubes que se concentran sobre el macizo de Monte Perdido, hace buena temperatura y aprovechamos para estar un buen rato en la cima disfrutando del amplio paisaje.

Tras el “tente en pie” y las fotos de rigor, comenzamos el descenso destrepando la arista hasta una vira que conocemos de nuestras ascensiones invernales a esta montaña. Esta vira nos permite abandonar la arista por encima del Paso del Gato y acceder a unas pedreras por las que bajamos cómodamente hasta el camino de subida, muy cerca de los ibones.

Mientras el cielo se va encapotando, aunque de momento parece que no habrá tormenta, vamos descendiendo por la senda en dirección a Pietramula donde daremos por terminada esta improvisada excursión del Pico a Pico.

Lorenzo