Domingo 03 de diciembre
Gran celebración tras un paseo por el valle de Nocito
El nueve de octubre de mil novecientas noventa y cuatro comenzó su andadura el programa de senderismo de Peña Guara, Turismo por el Alto Aragón. El pasado domingo día 3 celebramos la travesía número 500.
Durante estos casi treinta años cerca de 22.000 senderistas hemos participado recorriendo unos 7.500 km. por sendas, y caminos de todos los rincones de nuestra Mágica Provincia, con algunas salidas a Zaragoza (Tarazona y el Moncayo) y Lérida ( ibones de Besiberri y Aigües Tortes). Sólo la fastidiosa temporada del confinamiento por el covid fue capaz de cortar nuestro programa.
Lo que hemos disfrutado, los innumerables amigos y parejas de mochila que somos, el recuerdo imborrable que sentimos por los que nos dejaron, el … y etc. etc.
Para no pecar de nostálgico. Los invito a acudir a la I.A. de Google (Inteligencia Artificial) y hacerle la pregunta: ¿Por qué ser senderista?. ¡O mejor aún!. ¿Por qué ser senderista en la provincia de Huesca’ y ¡¡Ojo, al dato!!, que decía aquel.
El domingo pasado a las nueve partíamos del pueblo de Nocito 92 senderistas en dirección a la Collada por una senda encajonada entre muretes de piedra seca que asciende con suavidad. La escarcha adornaba las hierbas y los arbustos del camino y el piso estaba algo helado por ello tomamos la decisión de acortar el trayecto previsto inicialmente.
En lugar de dirigirnos hacia la zona de las Cañatas y la Paul y tener que cruzar el barranco de Abellada, que sin duda nos iba a plantear serias dificultades por el hielo y el elevadísimo número de senderistas, tomamos la dirección de Bentué de Nocito. El paseo por la senda, ya con el sol iluminando la cara norte de Guara y convertida la escarcha en rocío, resultó muy gratificante.
Tras un largo almuerzo en Bentué, con abundantes tertulias recordando andanzas y anécdotas, ya que la temperaturas era excelente, emprendimos la dirección hacia el Santuario de San Urbez al que llegábamos poco antes de las doce. La senda discurre entre chinebros, cajicos, bojes y pinos salteados que han logrado brotar en un paraje donde las rocas arenosas dominan todo el recorrido.
Al sol y en animados corrillos permanecimos un buen rato en el Santuario para finalmente poner rumbo a Nocito donde en el refugio de Casa Lardies de Peña Guara nos habían preparado un suculento menú montañero, además de entregarnos como recuerdo un polo con los anagramas de Peña Guara y T.A.A. – 500 –.
Tras la comida y los consiguientes postres, a destacar la eficiencia de algunas senderistas en éste menester, aún se animó más el ambiente con el baile y la consiguiente Conga de Jalisco.
Otros estuvieron visitando las distintas dependencias del refugio y conociendo cómo se acometieron las obras para conservando la esencia de una casa montañesa (digna de ver la cadiera, el fogón y la bodega) adecuarla a un moderno refugio de montaña que ha dado un fuerte empujón vital al pueblo de Nocito. ¡Ah! El cicerone nuestro presi Manolo Bara.
A las seis de la tarde de vuelta a Huesca con la idea de llegar a la SEISCIENTOS.