Sábado 28 de octubre
Ascensión a los Mallos de los Pepes o también llamados de Aliana. Aproximadamente a un kilómetro del embalse de Vadiello, situado en el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, en un pequeño aparcamiento por el que se accede a varias vías de escalada y la famosa ferrata del Canal del Palomo es donde comenzamos nuestra aventura de hoy.
Así pues, poco después de las 9.00 de la mañana, tras haber dejado la comida en el refugio para la vuelta, nos ponemos en marcha, con un día que se prevé nublado y con alguna precipitación. Iniciamos la ascensión siguiendo durante unos pocos metros el camino que lleva a la vía ferrata para, a continuación, abandonarlo atravesando un pequeño riachuelo y coger la senda balizada del camino natural de la Hoya de Huesca en el tramo que une Vadiello con la población de Santa Eulalia la Mayor.
Poco después en una bifurcación señalizada dejamos el camino natural para seguir una senda que sigue hasta la ermita de San Chinés. El bosque nos envuelve de tal manera que parece de noche muy acorde a estas fechas de Halloween, parece que estamos rodeados de magia, solo faltan los Duendes o Elfos en este camino siniestro.
Llegamos a San Chinés que está en muy mal estado, aunque su emplazamiento es absolutamente espectacular, uno de esos rincones mágicos que encierra la Sierra de Guara.
Reiniciamos la marcha ahora, se trata de encontrar el esquivo camino hasta la cresta de los Pepes por una inclinada y resbaladiza canal de piedra lisa que con el agua recién caída se pone bastante peligrosa.
Vamos ganando altura muy deprisa hasta llegar a la cresta que divide los mallos de los Pepes (1226m) con la punta Ligüerri (1235m).
Una vez allí nos paramos a colocarnos los arneses y los cascos, pero comienza a llover suavemente lo cual nos hace dudar si seguir o abandonar por la pista de Santa Eulalia ya que volver a bajar hasta San Chinés es prácticamente una temeridad.
Después de deliberar los inconvenientes decidimos en un alarde de valentía enfrentarnos a la cresta con terreno mojado. Pronto encontramos la parte más complicada y montamos unas cuerdas para ascender con seguridad, pues la roca está como jabón.
Parece que lo hemos conseguido, pero sigue lloviendo y nos hace abandonar nuestro objetivo al llegar a la punta Ligüerri dejando al pico Borón para otra ocasión, tampoco es cuestión de arriesgar nuestra suerte con un día así.
La decisión está tomada nos bajamos sin dudar por los Mallos de San Jorge para llegar directos al embalse de Vadiello. Desde arriba el paisaje es espectacular, es como una ciudad natural de rascacielos y abismos que terminan en el embalse de Vadiello. Solo la fuerza de la naturaleza es capaz de tallar estas obras de arte como son San Jorge, el Elefante o el Puro entre otros.
Comenzamos el descenso poco después haciendo algún improvisado rapel, aunque hay puesta alguna línea de vida la cuerda está en mal estado. Poco después de estos verticales pasos de los Mallos de San Jorge llegamos al refugio donde disfrutamos de un una bienvenida comida a base de brasa y carne.
Y así se despide este año el grupo Travesías Pirenaicas de Peña Guara por esta temporada con la satisfacción de por lo menos haber realizado parte de la aventura con éxito pese al mal tiempo.
Nos han salido unos 11 kilómetros de marcha y un desnivel de 850 metros positivos.
Sergio Vivas