18/03/2023
La cueva de Fenez (2281 m) pertenece a un amplio complejo de simas denominado «Arañonera» y tiene una superficie explorada de unos cuarenta y siete kilómetros.
En esta ocasión nos desplazamos a Torla, y una vez pasada la población nos encontramos con el puente de los Navarros el cual atravesamos. Después por una pista, llegamos al camping de Bujaruelo a unos tres kilómetros desde el puente.
En este punto bajamos del pequeño autobús. Nos colocamos las pesadas mochilas con, raquetas, crampones, piolet, arnés, casco etcétera, y comenzamos la aventura. Al principio la cuesta es muy pronunciada, y va a ser así durante todo el camino, sin descanso.
En nuestros primeros cuarenta y cinco minutos, llegamos al final del barranco del Turbón, donde encontramos las primeras zonas nevadas a unos 1600 metros de altura.
Hemos hecho 400 metros de desnivel en menos de una hora, así que hacemos una breve parada para reagruparnos. Proseguimos el ascenso con el barranco a nuestra derecha hasta salvar una grada que sorteamos sin dificultad por un pequeño corredor en el que discurre un torrente de agua.
Una vez atravesada esa grada rocosa, nos desviamos hacia un improvisado cordal que sin descanso nos lleva hasta un pequeño valle que desciende del pico Fénez (2.538m) a la izquierda, y al fondo el pico Otal (2701 m).
Después de colocarnos las raquetas, pues la profundidad de la nieve nos hace progresar con dificultad, seguimos hasta que el valle se estrecha y se convierte en un barranco.
Continuamos por el barranco y luego a la izquierda nos desviamos hacia una pared por donde tenemos previsto superar un resalte de unos 50 metros.
Nos quitamos las raquetas y nos colocamos los arneses y los crampones. Para realizar la maniobra colocamos unos 60 metros de cuerda, haciendo una improvisada reunión en una roca más arriba a modo de línea de vida, para progresar sin dificultad durante la trepada.
Después de superada está trepada, sólo nos queda salvar unas rampas de nieve hasta la boca de la cueva de Fenez (2281 m), que se encuentra ubicada en la parte baja de una pared lisa de unos 200 metros verticales.
Una vez en la boca de la cueva de unos 20 metros de altura y tomando las medidas de seguridad necesarias, nos disponemos a visitarla por dentro, bajando a sus entrañas.
Tenemos que descender unos 50 metros de nieve y hielo, hasta llegar a un punto donde esta cueva se divide en dos.
La boca derecha acaba a poco más de 100 metros en un agujero donde solo se meten los espeleólogos. Y la boca izquierda que se encuentra más abajo, tiene un pequeño lago de hielo de color verduzco por el que pasamos sin problemas con los crampones, hasta donde se convierte en una sima para la que no llevamos el material necesario.
En su interior hacemos algunas fotos y poco después salimos de la cueva para comenzar el descenso de retorno. Una vez fuera de la cueva, nos damos cuenta de que está empezando a nevar, así que descendemos unos 150m hasta la pared que hemos trepado. Una vez colocada una cuerda de unos 90 metros decidimos hacer el descenso con un rapel improvisado, por un corredor de nieve y hielo a la izquierda de la pared antes ascendida que entraña menos peligro.
Una vez bajado el corredor y sin parar de nevar, seguimos descendiendo el valle sustituyendo los crampones por las raquetas para progresar más rápido. Poco después, más abajo, aparece un breve instante el sol, y aprovechamos a comer rápidamente.
Después de la comida reparadora, bajamos lo que nos quedaba hasta el autobús. Nos han salido más de 1.100 metros de desnivel positivo y unas 8 horas de actividad solventando toda clase de retos y dificultades. El grupo de 19 montañeros de la sección de alta montaña de Peña Guara llamada Travesías Pirenaicas, ha respondido con gran entusiasmo y muy satisfechos a la aventura en «La cueva helada de Fenez».
Sergio Vivas Jal.
