↑ Volver a Peque Guara – 2022

Ruta nº78 – Vuelta a los Mallos de Agüero

POR EL REINO DE LOS MALLOS

La palabra « mallo » debería ser el primero de los aragonesismos a introducir en el diccionario de la lengua castellana. No existe un sustantivo en el idioma de Cervantes que describa tan fielmente la magnitud, presencia y belleza de algunas de las montañas de nuestro territorio. El Tozal del Mallo en Ordesa, los Mallos de Ligüerri en Vadiello, el Mallo Acherito entre Linza y Oza, los Mallos de Riglos y los Mallos de Agüero son formaciones rocosas dotadas de una personalidad única. Los nombres de peñas, cimas, riscos, moles no hacen honor a la majestuosidad de la palabra Mallos. Mallos que dieron incluso nombre a un reino medieval donde la leyenda se mezcla con la realidad y nadie sabe a ciencia cierta cual fué realmente la verdadera historia de la reina Berta, reina emérita allá por principios del siglo XI y que tuvo al parecer su residencia según unos historiadores en el castillo de Marcuello ó según otros, en el pueblo de Agüero.

Y desde Agüero emprendió la Pequeguara su reciente aventura este pasado fin de semana. Desde el aparcamiento situado en la parte alta del pueblo, bajo un cielo plomizo que había dejado algunas gotas de lluvia en Huesca. Un total de 32 peques y pataslargas comenzábamos la ascensión que nos habría de dejar en la Collada Pedro que entre la Punta Común y los Mallos sería escenario del primer refrigerio del día. Una bajada directa por una senda  nos lleva a los depósitos de agua de Agüero y desde allí remontando un poco el valle del barranco Rabosera llegamos a la impresionante cueva de Al-Foraz, enorme abrigo excavado en la pared. Desandamos la senda hasta los depósitos y continuamos por la « senda del agua » que pasa contorneando por su base la enorme Peña Sola hasta entrar en el pueblo de Agüero, acompañados en sus coquetas callejuelas por nuestro amigo Felipe que durante toda la jornada hará las veces de guía y anfitrión. Algunos divertidos monigotes nos recuerdan que la noche anterior ha sido la célebre noche d´as Mascaretas. Visitamos la joya de la iglesia de San Salvador y su cripta y a las puertas de esta maravilla damos cuenta de otras merecidas viandas. Salimos del pueblo por la carretera que lleva hasta la majestuosa, enigmática e inacabada iglesia de Santiago. Maravilla románica del siglo XII aparentemente destinada a ser centro religioso de importancia y que luego, misteriosamente se abandonó su construcción. Contemplamos su exterior y visitamos su interior quedándonos admirados de sus formas escultóricas, por algo debe ser monumento histórico nacional.

Continuamos nuestra ruta  por una senda que entre pinos y aliagas nos lleva a unos espectaculares campos de almendreras con sus flores que decoran y perfuman nuestro camino. Estamos sobre la senda de la GR1  balizada también como Camino Natural de la Hoya. La presencia de la mole de la Peña Ruaba nos acompaña mientras continuamos bajando hacia el pueblo de Murillo a la vez que empezamos a ver el siempre sorprendente paisaje de los Mallos de Riglos. Entre monte bajo, oliveras y almendreras una empedrada y bien conservada senda que asemeja una calzada romana nos lleva hasta la Fuente Vieja donde atacamos el último de los piscolabis. Para a continuación adentrarnos en el interior de este bonito pueblo de Murillo de Gállego donde sus pintorescas callejuelas hacen el agrado de los pataslargas y unos oportunos columpios y juegos infantiles indican el aparentemente poco esfuerzo realizado por los peques en esta excursión de poco más de diez kilómetros que nos ha llevado al abrigo de los Mallos.

                                                                                              Marcos Bielsa Ordás