TURISMO POR EL ALTO ARAGÓN
Travesía 321 — 15 septiembre de 2013 — Intermodal 7:00 horas
La Sarra – ibón de Respomuso – Collado de Musales – Ibonciecho – La Sarra
Recorrido circular espectacular pero exigente
Salimos de la Sarra para llegar al Respomuso y regresamos por el collado de Musales e Ibonciecho
Los meses de julio y agosto los programas de Senderismo de Peña Guara no funcionan, fue pues el pasado domingo día 15 el regreso a nuestras caminatas que generalmente comienzan con un recorrido largo y con desnivel, ya que todavía se dispone de bastantes horas de luz solar y los collados por encima de los 2.600 m están limpios de nieve y son accesibles a los senderistas. Por ello a las nueve menos cuarto cuarenta senderistas comenzábamos en el embalse de la Sarra, algo más arriba de Sallent de Gállego, nuestra excursión (1.440 m.).
La GR-11 va bordeando el embalse, que queda a nuestra derecha, y transcurre paralela al barranco de Aguas Limpias por paisajes muy variados, del llano de Tornadizas, todavía con flores, a los magníficos hayedos asentados en la falda del pico Ministirio, pasando bajo dos cascadas, que presentaban un caudal bastante alto para la época del año, hasta llegar al estrecho Paso del Onso y desembocar en el Llano Cheto, donde podemos ver el río, ya que aunque hemos caminado junto a él, su cauce hondo y estrecho sólo nos permitía oír sus embravecidas aguas. A las diez y media, tras haber almorzado, proseguimos nuestro camino en dirección a la cascada que se despeña de los ibones de los Arrieles.
El puente metálico colocado para facilitar el cruce del barranco, que no había cumplido dos años, no pudo resistir este invierno el empuje de un alud y estaba enrunado por bolos de piedras, troncos y ramas. La senda debe ahora salvar la cascada que tenemos frente a nosotros y nos regala un fuerte repecho que nos llevará a terreno más soleado y a caminar pegados a un contrafuerte rocoso que en varios tramos muestra los inconfundibles signos de los frecuentes aludes que se desprenden de las Frondellas lo que hace que este trayecto sea muy peligrosos en invierno y principios de primavera.
Pronto ante nosotros aparece un enorme muro de hormigón que sorprende a quien llega por primera vez a esta zona: es la presa que retiene el agua del ibón de Respomuso. Eran las doce menos cuarto y habíamos superado más de 600 m de desnivel. El paisaje que queda ante nosotros es de postal: las ondulantes aguas azules del ibón, las verdes praderas que lo rodean por algunos lados, los paredones que se hunden en sus agua por otro y al fondo las cumbres cónicas de la Gran Facha o del pico de Piedrafita entre otros, que rondan y en algún caso superan los tres mil metros.
Si hasta este momento el trayecto realizado puede calificarse de paseo montañero, buen piso, desnivel continuo pero suave, salvo algún pequeño tramo, buenas vistas, suave brisa ideal para caminar, ahora debíamos emprender la parte dura del recorrido.
Hay que pasar por encima de la impresionante presa, dejando a la izquierda el ibón, para ir rodeándolo por una senda que pronto nos indicará, con un hito de buenas dimensiones, que debemos comenzar a ascender por la ladera herbosa que tenemos a la derecha. La senda muy evidente en la hierba sube al principio sin compasión, luego comienza a realizar lazadas hasta llevarnos a un pequeño llano donde quedan restos de un pequeño ibón y desde el cual podemos ver a nuestra izquierda el collado de Musales, todavía demasiado alto, pero al volver la vista atrás nos encontramos con el bellísimo Circo de Piedrafita, las cumbres que lo enmarcan y los ibones de Respomuso y Camporoplano en su fondo.
La senda nos vas a conducir por pedreras más o menos estables hasta la base del collado que es una pared que hay que superar empleando las manos y buscando los resquicios de la roca para apoyar la puntera de la bota y subir al siguiente escalón, eso sí, las piedras presentaban firmes agarraderos y sólo había que tener mucho cuidado en no desprender piedrecillas ya que las recibían los compañeros que subían por debajo. Los compañeros más expertos se colocaron en lugares estratégicos y ayudaron a todo aquel que lo precisó por lo que sin incidencias graves nos encontramos en la plataforma de hormigón que corona el collado (2.600 m – 13:50 horas). Debo aclarar que cuando se construía la presa de Respomuso los materiales se subían desde La Sarra mediante vagonetas suspendidas en cables hasta este collado y luego bajaban a pie de presa. Ahora se han recogido todos los vestigios que durante muchos años afeaban la zona y sólo queda estas base de hormigón como reliquia.
Para muchos la estancia en el collado fue un maravillarse de las hermosas vistas. A las ya mencionadas hacia el norte, hay que añadir que ahora se podía contemplar hacia el sur toda la Sierra de la Partacua, al este los picos de los Infiernos y Garmo Negro entre otros y al fondo Sallent de Gállego y los embalses de Lanuza y Búbal y en la lejanía, casi difuminado, nuestro querido Guara. Otro grupo más numeroso fue cresteando hasta alcanzar los 2.655 m que tiene el pico de Musales, se hicieron las fotos de rigor y a comenzar la larguísima bajada que nos quedaba por delante por una senda perfectamente marcada.
Tal y como teníamos programado a las tres de la tarde llegábamos al pequeño ibón de Ibonciecho que presentaba sus aguas de color verdoso-azulado, es poco profundo y en su fondo hay multitud de algas, y allí nos paramos a comer. A las cuatro iniciamos el descenso que primero nos llevó hasta la pista que se construyó para fijar la tubería que desagua en la central hidroeléctrica de La Sarra y que llega hasta aquí por un túnel, que arranca del ibón de Respomuso, y luego tomando los marcados atajos que evitan las muchísimas vueltas que da la pista antes de presentarnos en el autobús a las cinco y media de la tarde.
Los datos que reflejaban los navegadores de montaña, cada más esenciales en todas las actividades de aire libre, nos indicaban que habíamos superado un desnivel de 1.303 m en 17,6 km y en un tiempo neto de casi siete horas y media.
La travesía del día 6 de octubre nos llevará por el valle del río Ara desde Sarvisé a Buesa y por la Fuente del Onso bajaremos a Broto.