Domingo 18 de junio de 2023
Por el barranco de Salenques hasta las Cascadas del Pi
El pasado domingo día 18 a las 9:15 h junto a la presa de Baserca en el Noguera Ribagorzana, unos 6 km. antes de la boca sur del túnel de Viella, llegamos a la conclusión que dado que llovía, aunque no con mucha fuerza, suspendíamos la travesía que teníamos programada para realizar otras más corta y sencilla.
Ascender por los ibones de Riueño y Estany Fe hasta la explanada de los ibones de Anglios y bajar hasta el puente de Salenques, habíamos calculado que nos costaría algo más de siete horas pero con los nubarrones que teníamos sobre nosotros todo era imprevisible y asumir riesgos es lo último de un grupo de senderismo, por todo ello, quedó pospuesta la travesía para el próximo año y pusimos en marcha el plan B.
En la cola del embalse de Baserca hay un amplio aparcamiento y unos metros más adelante, junto al puente, tomamos la GR-11 (marcas rojas y blancas) que se introduce en el Parque Natural Posets-Maladeta por el espectacular hayedo del valle de Salenques.
Siempre baja agua por este barranco ya que su cuenca además de muy extensa se inicia en varios collados que sobrepasan los 2.500 m. de altitud, pero el caudal que bajaba el domingo era impresionante. Con paraguas, capas o chubasqueros, pues al agua que caía del cielo se unía el de las hojas de los árboles, siempre con el tumultuoso barranco a nuestra derecha, comenzamos a ascender.
En un claro paramos a almorzar, poco rato y de pie, para continuar hasta una bifurcación que marca la subida a los ibones de Anglios (Estanys d’Anglios, por allí hubiéramos descendido de no haber alterado el programa). La obviamos y poco después un estrecho y enrejado puente metálico nos permitió pasar a la otra orilla. ¡¡Qué inolvidable sensación se sentía cruzando el tembloroso puentecito con el agua dos palmos por debajo de tus pies mientras contemplabas a derecha e izquierda los torbellinos del rumoroso y salvaje caudal de agua perderse entre las hayas!!
Ya en la otra orilla en lugar de iniciar el descenso continuamos subiendo por el valle. Teníamos nuestro objetivo a unos veinte minutos. Ahora la senda es más estrecha, sube con cierta pendiente y cruza varias escorrentías que hay que superar con cuidado ya que las piedras y troncos están muy resbaladizos y las posibilidades de semienterrar las botas en el cieno o en pocitos de agua, como ocurrió varias veces, era muy grande.
Todo se da por bueno ante el espectáculo natural que tenemos enfrente. Por un estrecho tobogán granítico de unos 120 m. de desnivel se precipita el agua en una sucesión continua de saltos y escorrentías hasta perderse en una profunda poza, son las Cascadas del Pi. Desde el incómodo y expuesto mirador no se llega a ver ni el principio ni el final del profundo y deslumbrante barranco. El paisaje es equiparable a una postal típica de las Rocosas Canadienses o de Islandia.
Iniciamos el descenso pero lo hicimos por la otra orilla: la llamada Solana de Salenques. La senda es más incómoda, por estrecha; atraviesa continuos regueros y escorrentías, varias de ellas se salvan por puentes de maderas o tablas, que deben atravesarse con cuidado por estar resbaladizos; tienen cortos pero pronunciados repechos y descensos y desemboca en un precioso llano que nos presenta al frente la zona leridana del macizo de Besiberri y volviendo la vista atrás todo el bosque que asciende hasta los ibones de Anglios.
Llegando al final, con la carretera ya a la vista, se atraviesa un zona algo escarpada protegida por barandillas de madera y tras un rápido descenso se acaba pasando bajo el puente y saliendo a la orilla del embalse de Baserca.
El recorrido de unos 8 km. y 340 m. de desnivel acumulado lo realizamos en casi cuatro horas brutas, siendo el punto más alto del recorrido 1.700 m.
La próxima travesía programada será para el mes de septiembre por los ibones de Alba en el valle de Benasque