Caminata por la GR-1, con inauguración
El pasado fin de semana alteramos nuestro programa de senderismo. En lugar de salir el domingo, lo hicimos el sábado para unirnos a casi 200 senderistas de clubes de Aragón que celebraban la transformación de la GR-1 en Sendero Histórico de Aragón.
La GR-1 cruza España desde Ampurias a Finisterre y en nuestra tierra lo hace desde Puente de Montañana hasta Sos del Rey Católico, en 16 muy largas etapas, pasando entre otros por enclaves como Graus, Tierrantona, Rodellar, Nocito, Loarre, etc. Mientras la GR-11 discurre por el Alto Pirineo y la Gr-15 por las sierras prepirenaicas, este sendero inaugurado lo hace por caminos, trochas y sendas que ponen en valor la arquitectura popular con vistosos empedrados, llamativos tapiales, muros de piedra seca, bancales y campos de cultivo que se explican en mapas y paneles interpretativos a lo largo del recorrido.
Tras pasar el Centro Budista que hay junto a Panillo, en el comienzo de la pista a la Aldea de Puy de Cinca, nos dejó el bus pasadas las nueve y media. Reparto de camisetas conmemorativas y en marcha por la pista que va ganado altura de forma continua pero suave. Un indicador marca el inicio de la senda que nos llevará al castillo de Panillo.
Del castillo quedan vestigios de algunas construcciones y en muy buen estado una torre circular con todos los sillares renovados que constituye una soberbia atalaya sobre la divisoria de los ríos Ésera y Cinca. De regreso a la pista se sigue ganando altura hasta alcanzar la explanada de Malterrero donde nos pusimos a almorzar. El sol apretaba de lo lindo.
A buen paso, el que marcaban nuestro Presidente de la DPH, los presidentes de la Ribargorza y de la FAM, la Alcaldesa de Graus y presidentes de varios clubes de montaña, fuimos recorriendo la sierra de Torón con excelentes vistas a Cotiella, al macizo del Turbón y al amplísimo valle del Isábena pero también observando como la procesionaria tiene acogotados los pinares de la zona.
Dejamos la pista para tomar una senda que desciende con fuerza entre viejos pinos para continuar luego entre pinares de repoblación hasta alcanzar la cabecera de un barranco que durante más de una hora iremos bordeando y así llegar a Grustán.
El pueblo presenta un aspecto desolador pero debió conocer momentos de cierto esplendor. Está ubicado en un emplazamiento privilegiado que corona la reformada iglesia de St. María con un magnífico ábside y un llamativo reloj de sol. Por dentro está en ruinas y las pinturas bastante deterioradas.
En lugar de continuar por la pista tomamos un sendero a la izquierda que pasa por debajo de los farallones rocosos donde se asienta el pueblo y entre cajigos, viejas oliveras y campos sin cultivar llegamos a la zona de campos y granjas agrícolas y a la pista donde nos encontramos con los compañeros que habían efectuado el recorrido del Camino de los Templarios, algo más corto de kilometraje y desnivel que el que hicimos nosotros.
A la una y cuarto entrábamos en Graus por las piscinas municipales y siguiendo el Ésera al polideportivo municipal donde estábamos invitados a un buen plato de paella.
Una bonita jornada en la que recorrimos algo más de 13 km., en menos de 4 horas, salvando un desnivel positivo de 250 m. y de 800 m. de bajada.
Para el domingo 2 de abril recorreremos un tramo del camino de San Urbez (GR-268) entre Secorum y Nocito pasando por Abellada. Podremos comer en nuestro refugio de Casa Lardies.