20-10-2019
Otoño en el entorno de Panticosa
El grupo, en un recorrido circular, disfrutó de variados colores desde las alturas
P. A.
A pesar de que los pronósticos en relación con el tiempo no eran muy halagüeños, el domingo pasado más de medio centenar de senderistas de la sección “Rutas” de Peña Guara se dieron cita y subieron al autobús que guiado por el amigo Joaquín cruzó el puerto de Monrepós y se dirigió a la población de Panticosa deteniéndose en el amplio aparcamiento de la estación de esquí. El cielo estaba totalmente cubierto y solo cabía esperar que las nubes no se alteraran y respetaran, como así fue, la marcha de los componentes del grupo.
Ya en marcha, en pocos minutos, ascendiendo por las calles del pueblo llegamos a la carretera que se dirige al Balneario. Pocos metros a la izquierda sale una cuidada pista. No la cogemos; más adelante nos adentramos por una senda con muros de piedra por la que ascendemos hasta encontrar de nuevo la pista por la que hay que caminar unos cientos de metros hasta observar un desvío a la izquierda.
En subida nos adentramos por senda en un tupido bosque donde comprobamos la llegada del otoño con un ambiente húmedo. Robles, pinos, avellanos y bojes destacan entre la variedad de árboles. Llegamos a una bifurcación de caminos; el de la izquierda es conocido como “As Charlas” y el de la derecha “Arrafal”. Los dos se dirigen hacia nuestro destino pero haremos una travesía circular. Para ello seguimos por el camino “Arrafal”, unas señales indican la dirección hacia Peña Cucuraza y Peña Medio. El ascenso es constante.
En poco más de media hora desde el cruce, por la senda cubierta de hojas desprendidas de los árboles que barruntan la época otoñal, giramos a la izquierda llaneando unos cientos de metros y llegamos a la cota más alta de la excursión, el mirador de Peña Medio, situado bajo la Peña Cucuraza a 1.570 m.s.n.m. Es un mirador con espectaculares panorámicas del Valle de Tena; un panel informa de las distintas montañas que rodean la zona destacando los picos Tendeñera, Peña Roya, Peña Telera y las poblaciones de Panticosa y El Pueyo. Aunque, sobre todo, destaca el embalse de Bubal completamente seco esperando las necesarias lluvias del otoño.
Aprovechamos este lugar para tomar el almuerzo pero no hay que perder mucho tiempo porque se nota el fresco de la altura y el tiempo amenaza lluvia. Para la vuelta retrocedemos unos metros y giramos a la izquierda por el camino denominado “As Charlas”; por zona boscosa descendemos hasta encontrarnos con la bifurcación por la que realizamos el ascenso. Desde este punto llegamos a la pista por la que caminamos al comienzo de la marcha. No seguimos hacia Panticosa, preferimos acercamos al barranco Forronías donde perdemos un buen rato disfrutando de la espectacular cascada que desprende una gran cantidad de agua.
Por un atajo bajamos a la carretera y por ella en pocos minutos llegamos al estacionamiento donde se encuentra el autobús. Con él llegamos a Pueyo de Jaca; en el restaurante ubicado en el Hotel Peña Telera nos esperan Tino y su equipo que nos han preparado un buen menú. Tras la comida, un rato de convivencia para recordar la agradable caminata y la suerte de que la lluvia nos respetara a lo largo de la excursión. De regreso a Huesca aprovechamos un buen rato para detenernos en Biescas y visitar la Feria de Otoño.
Ahora queda esperar unas semanas y prepararnos para la siguiente salida montañera. Será el día 17 de noviembre y desde Fanlo transitaremos por los hermosos paisajes de la denomina Pardina del Señor. El próximo domingo los compañeros de Turismo realizan una interesante travesía: Linza – Lescún.
