9-IV-2017
Roca, luz y color en el Barranco de Mascún
Excursión circular con impresionantes paisajes para el disfrute de los senderistas
P.A.
De nuevo en marcha. La sección “Rutas” de Peña Guara realizó el pasado domingo la salida 194 y para ello eligió un lugar dentro del corazón de la Sierra de Guara: Rodellar y el barranco de Mascún.
A las 8 de la mañana, en el lugar acostumbrado, 55 senderistas subieron al autobús, que en este ocasión era guiado por la amiga Susana. En hora y cuarto, por carretera a tramos sinuosa, nos deteníamos en el estacionamiento que se encuentra en la localidad de Rodellar (750 m.s.n.m.), dispuestos a disfrutar de un espléndido día de primavera.
Unos minutos para prepararnos y pronto en marcha. Desde el aparcamiento cogemos el antiguo camino de Pedruel entre paredes trabajadas en piedra. En media hora tomamos la carretera asfaltada que llega hasta el cámping de Pedruel (650 m). Pronto alcanzamos el puente medieval de Pedruel que cruza el río Alcanadre. Bonito puente de un solo ojo en arco de medio punto de grandes dimensiones, con uno de los estribos asentado directamente sobre la roca de la orilla, está realizado en sillería en su parte baja y en mampostería irregular en la superior.
Junto al puente sale la senda por la que en ascenso y luego llaneando alcanzamos el puente de Las Cabras, de un único arco y tablero plano, construido con obra de mampostería y sillería, levantado en una zona angosta del barranco de Mascún. Precioso lugar. Giramos a la izquierda y continuamos nuestro camino en dirección a los llamados campos de Lobartas. Al principio la pendiente es fuerte por lo que la cabeza coge un ritmo lento y constante.
En unos 20 minutos la ladera se suaviza y nos permite dedicarnos a contemplar unas preciosas vistas: hacia el norte La Ciudadela y la Cuca Bellosta, al este la Sierra del Balced, con Rodellar sobre el Mascún. Un buen sitio para hacer un alto y dar buena cuenta del bocadillo y seguir disfrutando del caprichoso paisaje que recortan las piedras calizas en este lugar.
Después de reponer fuerzas, seguirnos en ascenso ahora más suave, siguiendo unos mojones entre una vegetación de matorrales donde destacan las aliagas, bojes y algunos ejemplares de sabinas y enebros; alcanzamos el punto más alto de la excursión (1.030 m). A partir de aquí comenzamos el descenso observando el Cabezo de Guara al fondo hasta alcanzar un cruce de caminos; el de la izquierda lleva al dolmen de la Losa Mora, Nasarre y Otín; nosotros tomamos con tranquilidad el que se dirige al barranco de Andrebot. En fuerte y lento descenso por suelo pedregoso dejamos a la izquierda la cueva que da el nombre al nombrado barranco y por zona sombría descendemos hacia el cauce del río. Al llegar vamos vadeando el cauce observando la curiosa surgencia de agua que hace aumentar notablemente la corriente de agua,
Estamos inmensos en un lugar espectacular, a la izquierda observamos varios escaladores que están ascendiendo por la vía ferrata denominada Espolón de la Virgen, a la derecha, en lo más alto de la pared, se distingue una oquedad que representa la figura de un delfín No es de extrañar que los habitantes prehistóricos camparan por estos lares, dejando su impronta en forma de figuras pintadas en algunas de las muchas oquedades que se encuentran colgadas en las paredes calizas.
Queda una última subida por buen piso. Vamos contemplando el espectacular cañon hasta alcanzar el barrio de La Honguera y tras recorrer unos cientos de metros llegamos a Rodellar, localidad en la que comenzamos la excursión hace más de cuatro horas.
Unos minutos para recorrer el pueblo y tomar un refresco, que ahora sí que aprieta el calor. Con el autobús nos dirigimos al cercano pueblo de Las Almunias de Rodellar; nos esperan en el restaurante Casa Tejedor donde nos han preparado un buen menú para recuperar las fuerzas y, al mismo tiempo, ir comentando diversos aspectos de los paisajes que hemos contemplado a lo largo de la mañana.
Y a esperar la próxima salida de “Rutas” que será al valle del Aragón. Los organizadores nos guiarán por un recorrido que comenzará en Canfranc, subiremos hasta las verdes praderas de la Majada de Gabardito y acabaremos la andada en Villanúa.
Horario aproximado de caminar: 4 horas.
Distancia: 10,9 km.
Desnivel acumulado: de subida: 515 m.; de bajada: 505 m.
