ACAMPADA FAMILIAR EN VADIELLO
Por fin ha llegado la tan esperada acampada de Peque Guara, en el refugio de Peña Guara en Vadiello, que marca el inicio de las vacaciones para los pequeños y la despedida hasta que nos encontremos de nuevo en septiembre.
Somos más de cincuenta, entre pequeños y adultos, los que en esta ocasión nos hemos reunido el pasado fin de semana en dos días de convivencia y diversión. El sábado a mediodía nos juntamos la mayoría de los que hemos estado, otros llegarán por la tarde e incluso el domingo, porque no se quieren perder la acampada.
El día es caluroso, el tiempo es perfecto y no nos va hacer cambiar los planes, ni pasaremos frío, ni el viento nos molesta. Comemos juntos en el refugio y los pequeños juegan mientras esperamos que pasen las horas de más calor antes de ir dando un pequeño paseo hasta el barranco de Isarre, dónde nos damos un refrescante baño y merendamos.
Todos los niños quieren dormir en tienda de campaña, así que cuando volvemos al refugio nos ponemos a montarlas, mientras los pequeños hacen de cocineros y preparan el postre de la cena. Va cayendo la tarde y preparamos una sabrosa cena. Después de cenar, en la calle, contemplamos un cielo limpio de nubes, sembrado de multitud de estrellas e intentamos identificar algunas constelaciones. El día ha sido largo y los niños están cansados y se van a dormir agotados, no sin antes jugar en las tiendas y algunos contar historias, aunque no tardan en dormir.
La luz del amanecer hace que más temprano de lo que los adultos hubiésemos querido los niños se levanten, pero ya es imposible retenerlos, han cargado pilas con un sueño reparador y son ellos los que despiertan a los mayores y nos ponen a todos en marcha.
Tras el desayuno, desmontamos las tiendas de campaña y desinflamos colchonetas y guardamos los sacos de dormir. Saludamos a los que llegan esta mañana, no pudieron venir el sábado pero quieren estar hoy también con nosotros y nos dirigimos hasta las paredes del Elefante. Allí equipamos a los niños y escalamos varías vías, incluso varias madres se enfrentan a la pared por primera vez, se nota que muchos han ido este año al Taller de Trepa de Peña Guara, porque escalan con mucha soltura, ya apuntan maneras y para algunos es la primera vez que lo hacen en roca, hasta ahora siempre lo han hecho en el rocódromo, otros es la primera vez, pero a todos les hace ilusión ponerse el casco, el arnés y los pies de gato para escalar, los gritos de ánimo, los aplausos al conseguir llegar al objetivo, ilusiona a todos y hace que nos lo pasemos muy bien, tanto que cuesta finalizar la actividad y eso que ahora volvemos al río a bañarnos y refrescarnos del intenso sol que esta mañana nos ha calentado.
Volvemos al refugio y preparamos entre todos la última comida de este espléndido fin de semana, de una actividad que ya se considera imprescindible en el programa de Peque Guara, la acampada, esperada durante el año y con un grato recuerdo para el verano que ahora empieza.
No hemos realizado ninguna ruta de las que acostumbramos, aunque hemos escalado y eso es algo que hacía mucha ilusión a los pequeños, en esta ocasión el objetivo deportivo era secundario, este fin de semana el objetivo principal era la convivencia de la familia de Peque Guara, alejados del ritmo frenético del día a día, ir conociéndonos un poco más todos, compartir, pero sobre todo la diversión de los más pequeño, y lo hemos conseguido.
Tras la foto de familia, que nos queda como buen recuerdo de esos días, besos de despedida y buenos deseos para este verano, nos despedimos hasta septiembre, en la próxima excursión.
Hemos acabado cansados, pero con la sonrisa de haber pasado un buen fin de semana con nuestros hijos y con nuestros amigos.
J.L.