Esquí de montaña en el macizo de Bernera
LOLA MAS – Peña Guara
Travesía promocional de Peña Guara con recorrido desde los Llanos de Lizara.
La esperada ventana de mejor tiempo para el domingo 9 de febrero, entre la sucesión de borrascas que atraviesan el Pirineo este invierno dejó los Valles Occidentales, el Macizo de Bernera, con nubes cubriendo todas las cumbres en las primeras horas de la jornada.
Con el refugio de Lizara como punto de partida, en el valle de Aragües del Puerto, una nueva nevada acumula espesor sobre las laderas que, nevada tras nevada, ha cubierto las vertientes pirenaicas, con fuertes vientos, que han helado y descarnado lomas distribuyendo los espesores irregularmente, propio de la montaña invernal. La última capa en muchas vertientes no ha tenido tiempo de consolidarse, no le ha dado el sol y ha venido con ventisca y descenso brusco de temperaturas por los gránulos de nieve que hemos observado.
A interpretar estos comportamientos del manto nevado y aprender las técnicas de seguridad y las propias del deporte del esquí de montaña se han dedicado en las últimas semanas los participantes en el curso de Esquí de Montaña que organiza la Sección de Peña Guara, cumpliendo con el programa entre temporales en el alto valle de Tena.
El recorrido previsto para esta circular promocional donde acuden parte de los integrantes del curso en un grupo de 40 esquiadores, es un hermoso itinerario en el macizo de Bernera para disfrutar de lleno de la montaña “en esquís”, recorriendo, cambiando de valle y de vertientes, empleando técnicas de progresión variadas para ascender a Punta Bernera o peña del Mediodía y descender por el barranco del mismo nombre y el Achar de Catiellas, un recorrido que requiere visibilidad y unas condiciones meteorológicas mucho mejores que las que se dieron el domingo.
Al refugio de Lizara llegamos con cadenas o ruedas de invierno, sobre las diez de la mañana y con las cumbres encapotadas pero aún sin nevar, se avanza al Este por las pistas de fondo para ascender por el barranco de Articuso con una huella bien trazada con cierta dificultad por la escasa visibilidad, para alcanzar el collado del Bozo. En el collado, a 1.995 m. de altitud, divisamos por la vertiente opuesta y 350m por debajo la Plana de Napazal, límite occidental del valle de Aísa, pero el macizo del Aspe enfrente está cubierto de nubes oscuras y todo el macizo de Bernera, así como el Bisaurín al Noroeste, montaña principal de este entorno.
Un momento de puesta en común de los expertos para avanzar, para lo que hay que rodear la punta Alta de Napazal por su vertiente Sureste en un tramo normalmente delicado. Se descienden 60 metros de desnivel para volver a poner pieles protegidos por escarpes rocosos, para salir a terreno seguro en el cubilar de Cantal siguiendo el protocolo de seguridad, distanciados, ya que la última nevada no ha consolidado suficientemente. Camino del valle colgado de la Foya de Alero la ventisca arrecia y la visibilidad es nula al virar al Oeste a rumbo de brújula y trazado de GPS y con una sensación térmica muy fría. A 2.130 metros de altitud la decisión correcta es volver sobre nuestros pasos, con precaución de no desviarse del trazado. Reunidos de nuevo en el collado del Bozo, un momento de paz entre tormentas, las nubes están altas y sin más espera con el grupo reunido, un descenso estupendo sobre nieve profunda y venteada. .
Cuando alcanzamos los llanos de Lizara los copos de nieve son gruesos, ha entrado la siguiente borrasca de lleno. De estos espesores nevados se disfrutará en el primer día de sol que llegue a este hemisferio y estas latitudes, a ser posible en fin de semana. Celebramos la jornada en Puente la Reina de Jaca, hay que evitar más dificultades en la carretera desde Lizara a Aragües.
Lola Mas
11-02-2014