XXIII CAMPUS DE INICIACIÓN AL MONTAÑISMO – 2014

LAS MÁS ALTAS CUMBRES DEL PIRINEO ARAGONÉS CUSTODIARON EL CAMPUS DE INICIACIÓN DE MONTAÑISMO DE PEÑA GUARA

Del 1 al 10 de Julio los jóvenes montañeros de Peña Guara disfrutaron del campus de iniciación al montañismo que el club organiza todos los veranos, y que este año tuvo su campo base en el Refugio de La Renclusa, en el  Parque Natural de Posets-Maladeta.

Llega el final de las clases, de los exámenes, de junio, y se acerca la fecha clave del verano para muchos, los que repetimos, y una nueva experiencia para otros, los que por primera vez dejan atrás el calor estival de Huesca para pasar unos días en la montaña. Aquella mañana nos despertamos con la extraña sensación de meter en la mochila el forro polar, los pantalones largos, guantes y gorro bien abrigados, cuando por fin parecía que habíamos dejado el largo invierno atrás.

El 1 de julio dieciséis jóvenes y sus monitores nos montábamos en un autobús con destino a los Llanos del Hospital de Benasque. Fue un día poco común, ya que esa amiga nuestra tan caprichosa, “La Meteo”, nos había avisado de que iba a estar juguetona durante la semana. Lo que normalmente es una jornada tranquila de juegos y presentaciones mientras nos acercamos al campo base, este año se convirtió en una pequeña carrera contra las tormentas, y que por un día ganamos. Así que a la hora de comer llegamos todos, con el equipaje a cuestas desde la Besurta, a nuestro nuevo hogar: El Refugio de La Renclusa. Ahí nos esperaban Antonio, Mari, Satur y todo el equipo de guardas del refugio, que se iban a convertir en nuestros “ángeles de la guarda” durante esos diez días.

“AL MAL TIEMPO, BUENA CARA Y CHUBASQUERO”

Si hay un factor que en la montaña no se puede controlar es la meteorología. Como te declare la guerra hay que conformarse con saborear la victoria de pequeñas batallas, como si hubieras clavado una pica en Flandes. Y en este campamento tuvimos que librar muchas batallas para conseguir nuestros objetivos.

Todos bien preparados, armados con chubasquero, ropa de abrigo, piolet y crampones, nos dispusimos a disfrutar de la montaña. A pesar de la lluvia y el frío, las altas cumbres nos ofrecieron su cara más misteriosa, llena de nieblas y colores grises haciendo de cada excursión un día épico que ninguno de nosotros olvidará nunca.

Nuestros cursillistas más jóvenes se iniciaron en la alta montaña con unas prácticas de progresión en nieve y autodetención con piolet, una gran aventura poder jugar en julio en la nieve. Ascendieron a la Tuca de Paderna (2.622 m), primera cumbre para muchos y gran mirador del Valle de Benasque, se acercaron al Puerto de la Picada, como en antaño hacían los montañeses para pasar hacia el Valle de Arán, soñaron con sol y un baño en el Ibón de Salterillo y en el de Barrancs realizando una vuelta con final en el Plan de Aigualluts, y se adentraron en el precioso Valle de la Escaleta, en una exigente subida cubierta por la nieve hasta el Ibón Superior. Además aprendieron a leer mapas y curvas de nivel, a hacer una mochila con todo el material necesario, a progresar por diferentes terrenos y a reconocer las estructuras geológicas de la zona.

El grupo más mayor se graduaba este año. Después de repetir con nosotros todos los veranos desde los diez u once años, venían con ganas de un último campamento digno de montañeros consolidados. Y no fue para menos, a pesar de la lluvia y el frío, hicieron frente a las cimas más altas de la zona. Consiguieron ascender a la Tuca de Alba (3.118 m)  y a la Maladeta Central (3.308 m),  endulzando los dos días que no pudieron hacer cumbre en el Salvaguardia o al pico cercano al Ibón de Coll de Toro.

“LA GRAN BATALLA FINAL”

Por fin el tiempo nos dio una tregua, y decidimos aprovecharla bien. Con la estrategia de un buen madrugón comenzó la gran batalla final, objetivos: Aneto (3.404 m) y Mulleres (3.013 m). Tras vencer a los neveros, al glaciar, al temido paso de Mahoma, todos nuestros cursillistas consiguieron su reto el mismo día. Para todos los pequeños además, era su primera ascensión a 3.000 metros, así que no pudo faltar la tradicional ceremonia de bautismo (“Por ser el Mulleres tu tresmil primero, te bautizo montañero”).

Como premio al esfuerzo, tuvimos el placer de asistir a una charla del GREIM de Benasque sobre seguridad en montaña.

“VUELTA A CASA”

El día diez, después de jugar entre todos a las olimpiadas montañeras, pusimos rumbo a Huesca. Por un lado tristes, nuestra aventura había acabado, por otro contentos, lo habíamos pasado genial.

Como siempre no podríamos haber vuelto a casa sin la colaboración de dos grupos de personas: Los que nos cuidaban desde Peña Guara y sobretodo, los que nos cuidaban desde la Renclusa: las sopas de Mari, los tenderetes para secar la ropa de Satur y la amabilidad de Antonio y resto del equipo de guardas, no lo olvidaremos. Como siempre, Muchas Gracias.

El sol lucía en el cielo el día que nos marchamos, pero, no nos importó, habíamos clavado muchas picas en este precioso entorno, al que volveremos sin dudarlo.

FOTOS CAMPAMENTO 2013