Ascenso al Tozal de Guara. (2.077m.)
02-05-2021
La tradición vuelve a imponerse después de un año de pandemia que nos ha obligado a prescindir de tantas cosas, esta primera salida además de cumplir con la tradición de subir a la cima de guara en primer domingo de mayo, esta jornada es muy especial para todos, muchos nos conocemos de cursos anteriores otros se incorporan por primera vez, bien venidos, lo importante es que nos volvemos a juntar para disfrutar de lo que más nos gusta, el monte. Las restricciones COVID, nos obligan a cumplir con los protocolos vigentes, sobre todo la mascarilla, la cual trata de borrar de nuestra cara la alegría que tenemos, pero nuestras miradas delatan que detrás de esta tenemos una gran sonrisa y una inmensa alegría, al poder disfrutar juntos de nuevo, de nuestras queridas montañas.
En la primera jornada del 87 curso de montañismo, más de 70 montañeros nos dimos cita a las 7 de la mañana, en el lugar de costumbre esta vez con dos autobuses, la carretera a Nocito nos lo exige, coincide que es el primer domingo de mayo, fecha tradicional para ascender a nuestro querido tozal de Guara, así que se espera una gran afluencia de montañeros, además el tiempo acompañaba.
En frente del pueblo de Used, hay un aparcamiento señalizado donde nos dejó el autobús. Aquí arranca la pista que conduce hasta el refugio de Fenales, con una señal de prohibido circular salvo a vehículos autorizados. El sendero se halla bien marcado por un terreno de matorral bajo, compuesto por la típica vegetación de bojes, erizónes, separado por tapiales de piedras. Atravesamos un pequeño lodazal que pone a prueba la impermeabilidad de nuestras botas. La escorrentía procede de una fuente abrevadero que riega el terreno.
Rápidamente conectamos con la pista que asciende al refugio de Fenales, hoy ya resulta ventajoso acortar esta larga curva de la pista por la senda la cual se encuentra en unas condiciones excelentes. Así que decidimos continuar a nuestra izquierda obedeciendo al inmenso poste indicador por la agradable y cómoda senda que ahora si nos deja en la amplia pista de tierra, y seguimos por ella, llegando al refugio de Fenales, lugar donde más tarde los más pequeños dieron por concluido su ascenso, aunque a más de uno la excursión se les hizo corta, algunos ya vienen bregados de la sección de Peque Guara y se les nota, seguro que si continúan así seguro serán unos buenos “pataslargas”. El resto aprovechamos las amplias praderas que rodean al refugio para dar cuenta del bocadillo. Unos metros más adelante, abandonamos la pista, cogemos un sendero marcado con un hito, por el que en continua y dura subida, nos adentramos en un espeso pinar.
A medida que avanzamos, el camino se endurece, afrontamos las rampas más duras, cuando el bosque comienza a desaparecer, alcanzamos una extensa pradera, lugar también llamado (las cerolleras) donde hacemos pequeño un descanso.
Después continuamos unos metros más en claro ascenso y con el piso bastante embarrado, hasta que alcanzamos una pedrera, en diagonal y con un sendero bastante claro, que nos permite avanzar con facilidad con paso firme alcanzar el collado vallemona aquí podemos recrear la vista sin movernos del sito al sur la hoya de Huesca al norte el pirineo si no fuera porque siempre sopla el viento estaríamos mas rato.
Desde aquí giramos hacia la derecha, y comenzamos la ascensión final al Tozal de Guara, por un claro sendero, algo pedregoso, por el que vamos flanqueando en ligera subida a la ante cima del Tozal.
Una vez superada, llegamos a la última rampa, por la que progresamos sin mayores dificultades, hasta que alcanzamos la cima de Guara 2077m. Repleta de gente, y cubierta por una nube que apenas deja disfrutar del paisaje, en algún momento se abría algún claro que aprovechamos para alguna foto sobre todo la del numeroso grupo, tampoco pueden faltar las dedicatorias y firmas en el libro que con tanto cariño se cambia nodos los años en navidad. El frio empieza a calar así que descenderemos por el mismo sitio cada cual en su grupo y ligeritos que empieza a caer un molesto matacabras. Una vez en las cerolleras, descanso y comida para reponer fuerzas y terminar el descenso a Used donde nos espera el bus de regreso a casa.
Antonio Beired
