Después de las malas previsiones climatológicas que se nos venían encima antes del viernes, finalmente, el sábado, después de consultar y analizar las páginas del tiempo nos seguían dando una climatología adversa (vientos de más de 80 kilómetros por hora en la cima y temperaturas que podrían llegar a los 15 grados bajo cero). Por ello decidimos abandonar el cometido que teníamos preparado para este domingo, ascender al pico Bisaurín de 2669 m.
Así pues, una vez ataviados con el material necesario y añadiendo el que nos faltaba para esta nueva aventura, en la que nos íbamos a internar en las entrañas de la tierra, bajando después de unos 30 metros de rappel, a la sima helada de la Grallera del Turbón. La idea era que después de las previsiones meteorológicas y sobre todo con esos vientos, solo podíamos meternos, literalmente hablando, en un agujero para librarnos de ese fuerte viento.
Ahora comienza nuestra excursión…….
Después de que el autobús nos depositará en el puente de los Navarros cerca de Torla, pues el vehículo es muy grande para hacer el tramo de pista que hay hasta el primer camping, tendremos que hacer andando en esta ocasión ese largo trecho.
El tramo de pista en algunas partes está asfaltado, pero las vistas que tenemos por el camino nos hacen olvidar la pateada de este tramo. Paredes de hielo caen por los laterales, y las aguas del rio Arazas que bajan desde Bujaruelo serpentean en un mundo de pequeñas cascadas.
Ya una vez pasado el primer camping buscamos una senda por el bosque, de muy fuerte inclinación, que nos deja poco después en la boca del barranco que desciende desde el mismo pico Otal.
Desde este barranco todo nieve. Una nieve muy incómoda, parecía merengue sobre una capa de hielo sólido que nos hacía resbalar, con lo cual decidimos colocarnos ya los crampones para avanzar con más seguridad.
Vamos sorteando varios barrancos siempre por nieve y con algunas zonas de roca que hacen el trayecto más técnico todavía.
Poco después siguiendo una amplia canal siempre en fuerte ascenso, a la izquierda se sitúa la gruta helada de la Grallera del Turbón, ubicada bajo una pared vertical de roca.
En este punto cuando giramos a la izquierda el GPS muestra que tenemos varias simas bajo la nieve, con lo cual nos aseguramos bien de donde ponemos los pies.
Una vez ya bajo la pared donde se ubica la cueva nos disponemos a montar una reunión en un pino que hay como unos 10 metros más arriba de la boca de la Sima.
Una vez colocada la reunión tensamos cuerdas hacia abajo y colocamos sobre las cuerdas que cuelgan del pino el siguiente anclaje que va sujeto a las cuerdas que cuelgan a modo de ensamble, dividiendo la maniobra en dos tramos que en total hacen una línea de 50 m verticales.
Una vez instalado todo esto nos disponemos a bajar los 30 metros de rappel necesarios para llegar al fondo de la Sima, donde se ubica un precioso lago de hielo verdoso.
Poco después los 15 montañeros estamos en el fondo de la sima disfrutando de esta aventura y de la preciosa vista que tenemos dentro de la Sima, estalactitas de hielo que cuelgan del techo a modo de columnas de gran tamaño.
Después de casi una hora disfrutando del interior de la sima realizando fotos de todo tipo nos disponemos a salir de una manera ordenada con elementos de seguridad tipo jumar o pato para el ascenso sobre la cuerda instalada.
Y ya poco después todos fuera de la sima realizamos el descenso hacia el autobús por el mismo camino que hemos hecho en el ascenso. Con un desnivel positivo de unos 1050 m.
La reflexión de este día es que viene bien el dicho «al mal tiempo, buena cara», y que a veces un cambio de planes puede significar una gran mejora. El universo nos trae lo que nosotros necesitamos solo hay que saber interpretarlo.