En esta ocasión nos desplazamos hasta Ansó y después hacia el valle de Zuriza y el refugio de Linza, a más de 1300 metros de altura.
Una vez en ese punto los 24 montañeros que nos hemos juntado para esta nueva aventura nos preparamos con el material necesario, en este caso crampones y piolet pues la nieve todavía está presente en estos altos lugares de la provincia de Huesca que son nuestros queridos Pirineos.
Así pues, partimos hacia el Achar del Caballo, pequeño paso fronterizo que divide el Valle de Linza con el bosque de la Gamueta.
Después de pasar el bosque salimos al Paso del Oso, que es un pequeño rincón alojado en un valle verdoso donde se encuentra una pequeña casita de chapa que sirve a veces de refugio.
Una vez allí ascendemos por una gran pendiente hasta un estrecho valle que da acceso a la Plana de Diego.
Desde ese lugar ya todo es nieve, bastante dura, que nos hace colocar el material de invierno, crampones y piolet.
En ese punto uno de los compañeros que ha venido cargado con un dron, hace alarde de el buen manejo que tiene sobre el aparato grabándonos desde arriba y haciendo algunas fotos.
Poco después nos ponemos en marcha para superar las últimas palas de nieve que nos quedan hasta alcanzar un pequeño corredor que nos da acceso a la cima del pico Acherito, de 2320 metros de altitud.
El Mallo de Acherito es un pico de aspecto piramidal visible desde muchos puntos de la zona, a su alrededor están localizadas las famosas agujas de Ansabere, así como, Petrechema y Mesa de los Tres Reyes. Más al sur se halla el Castillo de Acher y el Bisaurín.
Después de los casi 1.300 metros de desnivel que se emplean para ascender al pico Acherito la satisfacción en el grupo se hace evidente. Ahora cada uno se acomoda a su manera y nos disponemos a comer lo que llevamos en nuestras pesadas mochilas, contemplando un espectáculo sin igual de picos de todo tipo. A lo lejos se vislumbran los Alamos y la Chipeta.
Dispuestos para el descenso y agradeciendo al viento, que nos ha acompañado todo el día, que se haya detenido en la cima como por arte de magia, recogemos nuestras cosas y para abajo. Esta vez utilizaremos la ruta de las Foyas del Ingeniero para nuestra vuelta al refugio de Linza. Durante nuestro regreso se distingue en todos nuestra satisfacción por el día de montaña que nos ha deparado el Mallo de Acherito. La ilusión y las ganas de este grupo Travesías Pirenaicas se manifiestan cada vez más fuerte.