Pico a Pico
29 de septiembre de 2019
En el mirador de Tendenera recapitulamos nuestro Pirineo
Lola Mas
De la Ripera al valle de Linas de Broto traspasando la muralla.
La Sierra de Tendenera con la Sierra de la Partacua, la de Peña Telera, anuncian el Pirineo al viajero de forma imponente, casi inquietante, hasta traspasar por el desfiladero de Santa Elena y la hoz por donde discurre el Gállego al Pirineo de los tresmiles, valle a valle y pico a pico con menos inquietud.
Para la última actividad pirenaica de la temporada nos reunimos un buen grupo para ascender a la muralla de la gran sierra Tendenera, a su cima de 2.853 metros, en travesía desde el bonito valle de la Ripera hacia el balcón de grandes pliegues puestos en pie de esta sierra, descolgándonos hacia la vertiente sur, la del Cotefablo por largo itinerario hacia Linas de Broto. Desde Panticosa, aparcando en la estación, por la senda junto al arroyo Bolática se alcanzan las llanadas de suaves praderas de la Ripera, que conducen río arriba hacia las murallas que se elevan sobre el Rincón del Verde donde impresiona la mole del Forato, con su pared de setecientos metros a pico y sus historias de escaladas, el Mallo de la Ripera imponente y puntiagudo y más allá siguiendo el cordal, el Sabocos que se deja al Oeste. Nos detenemos a atisbar el paso sobre la cascada, que rompe en un punto en el que la muralla decae y permite un escalón a la cornisa superior, donde se abre un valle colgado, en el que nos detenemos al sol, camino del collado de Tendenera, siguiente hito en el camino.
Allí, a 2.339 metros, en el collado también conocido como de los Tensinos, se observa la vertiente Este y la sucesión de picos por los que este macizo encadena con el Pirineo de los tresmiles al norte. A los pies el valle de Otal y el pico, del que en otra ocasión descendimos camino de Bujaruelo, tributario del largo valle de Ara, que dirige la vista hacia el gran Vignemale. Así, con tanto valle que reconocer, como las fotos panorámicas, sin darnos mucha cuenta entramos en el terreno pedregoso, primero unos escalones kársticos, con los agujeros de sus simas, y luego bajo la gran mole triangular que anuncia que la cumbre está más cerca, transitaremos por la vertiente de pasos rocosos que terminan en una aérea cresta, que en el filo ha querido pulir los estratos para que desfilemos a la cumbre mirador que es el Tendenera.
Se han superado cerca de 1.700 metros de desnivel y el tiempo no ha sido tanto, se vé que el grupo está en forma, mientras observamos desde la cima la impresionante vista del Forato, el Ripera, el Sabocos que son un libro abierto de geología de los tiempos cretácicos con sus estratos de tonos marronáceos y grises. Algunos acompañantes son otro libro abierto, en este caso contemporáneo, para identificar puertos, macizos, cumbres y valles, llama la atención identificar el cañón de Ordesa y sus fajas al pie de las Sorores, los Gabietos a los que ascendimos, como la cresta del Tapou y Milieu al Vignemale. Mientras va pasando una simpática bota que nos reagrupa, seguimos girando y reconociendo cumbres, como las del cordal fronterizo del Portalet, las cumbres del macizo de Panticosa, el Anayet, el Midi, el macizo del Neouville, casi todos los macizos del Pirineo Occidental y Central.
Al descenso por la vertiente del puerto de Cotefablo que vemos desde arriba, para dirigirnos al valle de Linas de Broto retrocedemos por la cresta y nos encaminamos por vertientes pedregosas de fácil descenso a salvar el paso de Fañanizas dejando el Tozal de Soaso a un lado. Un descanso en la pradera para encaminarnos valle abajo hacia el río Sorrosal. Dejamos atrás la cabaña de Soaso de Linas en un lugar en el que se alcanza una pista que abandonamos por un sendero que hace mucho más agradable el largo descenso hacia la población de Linas de Broto. En el descenso se suman algunos metros al desnivel positivo, saliendo unos 1.800, mientras hacemos recuento de las cifras en la bonita población de Linas, donde nos espera el autocar y nos tomamos unas bebidas en un local acogedor, contrastando vivencias de la montaña y de la vida. ¡Nos vemos en la Sierra de Guara, emblema del fin de temporada!.
1-10-2019