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Gabietous (3.034 y 3.031 mts)

24 de septiembre de 2.017

Ordesa nunca defrauda.

Pico a Pico (Peña Guara)

Ascensión al Taillón y al Gabieto Oriental

Seis de la mañana, estamos reunidos en torno al autobús que nos tiene que llevar desde Huesca a San Nicolás de Bujaruelo. Tanto al chófer como a nosotros nos surgen las dudas de si podrá pasar por la pista con ese vehículo, demasiado alto, demasiado bajo. Ante la incertidumbre, decidimos asegurarnos y cambiamos el plan de la excursión. Iremos directamente a Ordesa y haremos una circular ascendiendo al Taillón y a los Gabietos por Cotatuero y descenderemos por Carriata.

Antes de las ocho de la mañana ya estamos en la Pradera de Ordesa listos para salir. El día es perfecto y la temperatura muy agradable, casi calurosa para la época del año. Comenzamos a caminar por la senda de la Cola de Caballo y enseguida nos desviamos hacia Cotatuero y sus famosas clavijas.

Aunque las pocas lluvias de los días anteriores han reverdecido algo el ambiente, el bosque se nota seco y ya está adquiriendo las tonalidades otoñales, adelantadas por la sequía y las altas temperaturas estivales.

Cuando llegamos al pie de las clavijas, el sol ilumina las paredes del Gallinero aunque nosotros seguimos en la agradable sombra. Nos colocamos los arneses y comenzamos a escalar las clavijas. A pesar de que sólo somos veinte los participantes, de este Pico a Pico, nos lleva un rato atravesar de forma segura este tramo y al llegar al Circo de Cotatuero hacemos un descanso al sol para echar un bocado y, sobre todo, para disfrutar de las impresionantes paredes de la Fraucata y del Gallinero que se precipitan verticales hacia los bosques del valle.

Nos adentramos en Cotatuero, un circo tallado por la erosión de los antiguos glaciares que moldearon estas montañas hace más de 30.000 años, un precioso desierto de prados y rocas de aspecto inaccesible del que salimos por un sendero escondido en dirección a la Brecha de Roldán. Más arriba dejamos atrás los prados alpinos y nos introducimos en el mundo de las rocas y la nieve, en la alta montaña. A nuestra derecha se asoman las cumbres ya nevadas de las Tres Sorores  mientras tenemos, frente a nosotros, la inconfundible silueta del Casco y la Brecha de Roldán, que como una enorme puerta, da acceso a la vertiente francesa, al Circo de Gavarnie.

Pasamos bajo la gruta helada de Casteret y remontamos las pedreras por cómodos senderos que se han ido formado por el continuo paso de montañeros, hasta llegar a la Brecha, como siempre muy concurrida. En la Falsa Brecha hacemos otro descanso y disfrutamos de las vistas hacia la vertiente francesa. Una capa de nieve reciente cubre la vertiente francesa y hace todavía más espectacular el paisaje.

Un camino muy marcado y sin dificultades nos lleva hasta la cumbre del Taillón, a 3.144 metros. Llevamos más de 1.800 metros de desnivel desde que hemos salido de la Pradera y más de seis horas de ascensión. Como de costumbre, en la cima, foto de familia, un rato de contemplación de las montañas que nos rodean antes de proseguir la travesía hacia los Gabietos, primero descendiendo por una cresta hacia el sur y después, por una vira escondida en la vertiente oeste del Taillón, impresionante pero sin mucha dificultad, hasta llegar al collado que separa ambas cumbres.

Rápidamente, porque tenemos el tiempo muy justo, ascendemos a la cumbre del Gabieto Oriental desde donde la cumbre gemela, apenas dos metros más alta, del Gabieto Occidental se ve espectacular y muy cercana, aunque tenemos que dejarla para otra ocasión porque la tarde es corta y todavía hay que descender hasta el Circo de Carriata que vemos al sur, muy abajo, en la lejanía.

Bajamos los canchales de rocas con más comodidad de la esperada y llegamos a un gran monolito de rocas, muy visible desde lejos, desde donde sale el marcado sendero que nos ayuda a salir del laberinto de rocas y resaltes que forman el Circo de Salarons o Carriata.

Cuando llegamos a la entrada de la Faja de las Flores, unas enormes rocas en el borde del Circo señalan la entrada a las clavijas de Salarons por las que destrepamos para llegar de nuevo a los bosques de Ordesa. Conforme bajamos el sol se va poniendo y el gran retablo rocoso que forma el Tozal del Mallo va tomando forma a nuestra derecha.

Cuando llegamos a la Pradera de Ordesa ya es prácticamente de noche, hemos acumulado más de 2.000 metros de desnivel y más de doce horas de excursión por estos inmensos paisajes de Ordesa, tan conocidos pero siempre tan sorprendentes. Y es que, Ordesa nunca defrauda.

Lorenzo