De la cresta del Maldito a la Maladeta
Lola Mas
El pico del Coronas, el pico del Medio y la Maladeta en una intensa jornada
En la época de la conquista del Pirineo el nombre de “maldito” estaba presente en la descripción de las montañas del gran macizo del Aneto y las Maladetas, a las que también se referían como picos “malditos” por la dificultad y la incertidumbre que entrañaban sus primeras ascensiones o por las leyendas que rodearon a estas cumbres de glaciares temerosos y vertiginosas vertientes. El nombre de Maldito quedó para el pico que denominó Le Bondidier en la cresta próxima al Aneto, desde su primera ascensión en 1905, que suponía un hito en la superación de las cumbres más difíciles del macizo.
En el “Pico a pico” de Peña Guara a lo largo de sus años de actividad se han realizado casi todas las ascensiones a las cumbres del Pirineo que se pueden subir por vías normales que técnicamente son posibles con un grupo numeroso. Y de vez en cuando se programa algún pico que es la aspiración de muchos montañeros entre los tresmiles “difíciles” situados en crestas con tramos de escalada, como es el pico Maldito, intentando guardar el equilibrio entre dificultad y la posibilidad de ascensión con un grupo. En la cresta del Maldito también está la punta Astorg otro de los escollos de tresmil.
El pico del Medio, el primero que se encuentra en la cresta del Medio al Maldito, se subiría primero y para continuar la cresta había que investigar allí mismo las posibilidades de realizarla con el grupo, ya que las reseñas mencionan una travesía expuesta por la vertiente Sur después del pico del Medio, aparte de la escalada y rápel de la punta Astorg. A este plan tan atrayente se apuntó un grupo de 22 participantes, para sumar alguna aguja más a la lista de los “tresmiles difíciles” o para añadir cumbres magníficas a jóvenes historiales.
El punto de partida es el refugio de la Renclusa, al que llegamos desde el llano de la Besurta donde nos dejó el autocar en la tarde del sábado. Buena acogida y cena y madrugar, como requieren las largas jornadas de alta montaña pirenaica. Antes de las seis de la mañana iniciamos el ascenso camino del paso por el Portillón Superior por el que se accede al glaciar del Aneto, al collado de Coronas y a nuestro primer objetivo, el collado del Medio. Al llegar al Portillón, tenemos a la vista la impresionante estampa del glaciar del Aneto y de las murallas que lo delimitan como la que forma la cresta del Maldito, que va desde el collado del mismo nombre por el Oeste con las Maladetas a continuación, hasta el collado del Medio al Este. También se ve el pico Coronas y el collado que precede a la pirámide final del Aneto.
Después de pasar el Portillón un descanso, observando a los diversos grupos que se organizan, por sus medios o acompañados por algún guía, para el paso por el glaciar al Aneto. Para subir al collado del Medio y a la cresta nos desviamos de la ruta del Aneto girando hacia el sur por las laderas de nieve que se aproximan a la muralla. Aumenta la pendiente pero la nieve está practicable por buena huella ya que no ha habido rehielo por el calor y se puede marcar, hasta alcanzar el collado a 3.265 m.
En el ascenso se observa la vertiente rocosa del pico Coronas por el Oeste, y ya en el collado, mientras el grupo se va reuniendo, los que llegan se aproximan rápidamente a esta cumbre, por los bloques y pequeños neveros de la vertiente de Coronas. Primer pico de la jornada, 3.298 m., con la cumbre del Aneto y su cruz a la vista cercana.
De vuelta al collado nos equipamos para iniciar la cresta que comienza con una trepada sencilla, alcanzando sin dificultad el pequeño mojón cimero que indica que estamos en el pico del Medio, 3.345m., segundo pico de la jornada, que es eso, un hito en plena cresta. Mirando adelante se ve al fondo el pico Maldito y se adivinan las agujas que caracterizan la famosa cresta. Para continuar hay que descender a la vertiente Sur, transitando entonces por ese terreno expuesto y fracturado, típico de los pasos por las vertientes laterales próximas a la línea de crestas. Los alpinistas que acompañan al grupo se ocupan de asegurar con una cuerda enlazada en los grandes bloques más sólidos el paso por este terreno donde hay neveros helados que alcanzan la parte alta.
Después de adelantarse a observar por ambas vertientes la continuidad por la cresta para alcanzar el pico Maldito, se confirma que la exposición supera lo que se puede afrontar con un grupo numeroso, así que de vuelta al collado después de unas bonitas fotos a modo de colorista mojón de montañeros repartidos por los salientes rocosos. Aún es mediodía y como alguna joven montañera está deseando subir a la Maladeta, se propone entre otras posibilidades, intentar la Maladeta Oriental, por la vertiente más próxima, sobre el glaciar del Aneto, por una brecha con un corredor de nieve y un muro de roca con pasos de III grado. Como era de esperar, no hay duda en intentarlo, así que descendemos atravesando por debajo la muralla del Maldito con la vista puesta en la canal.
Subir hasta la base de la brecha es costoso por el nevero glaciar donde hay que abrir huella con bastante calor y la pendiente es fuerte al final, para lo que ayuda una cuerda de apoyo. El muro de roca se escala por el paso menos difícil, montando una reunión para asegurar uno a uno a todos los del grupo, alegres con el buen ambiente que se ha ido creando a base de sortear dificultades. Celebración de cumbre en la Maladeta Oriental (3.308m.), y para descender por el corredor de la Rimaya aún se precisará concentración para el destrepe que se asegura también con cuerdas de apoyo hasta que todo el grupo se reúne felizmente en la base de la rimaya.
Han terminado las dificultades y bajamos rápidamente por los neveros de las Maladetas para celebrar esta intensa jornada, variada, técnica, emocionante, donde se han sumado cerca de 1.700 metros de desnivel positivo entre los “tresmiles” del Coronas, el pico del Medio y la Maladeta Oriental.
Huesca, 30-06-2015
Lola Mas
